OPINIÓN/Víctor Gijón
Elena Salgado y los debates electorales
martes 29 de enero de 2008, 12:20h
La candidata socialista al Congreso, Elena Salgado, espera que el debate electoral se mantenga en el terreno de las ideas y de los proyectos. Sin descalificaciones ni demagogias varias. No lo tendrá fácil. Está por ver si el candidato del PP acepta el debate sobre propuestas al que Salgado ha dado un sí rotundo y sin condiciones.
La candidata, y a preguntas de los periodistas, dejó claro que no tiene ningún problema para debatir en televisión, en radio o en los digitales. La pelota está, por tanto, en el tejado de Martínez Sieso que ya hace cuatro años se negó a confrontar proyectos con Alfredo Pérez Rubalcaba. Al PP le va más la descalificación sin réplica posible. Pero sería muy interesante escuchar al candidato del PP, presidente de Cantabria cuando se negociaron las transferencias de Sanidad, explicar por que dio por bueno el dinero fijado por el Gobierno del PP para Valdecilla y ahora protesta porque no llega para concluir la obra.
Como sería muy útil confrontar las cifras de inversiones en Cantabria durante los ocho años de Gobierno en España de José María Aznar y los cuatro de Zapatero. O por qué actuaciones tan necesarias para el desarrollo de Santander como la Ronda Bahía, la recuperación del espacio ferroviario o la construcción intensiva de viviendas sociales sólo se pusieron en marcha con la llegada al Gobierno de España de los socialistas.
Si hay debates los ciudadanos podrán conocer de primera mano, sin intermediarios mediáticos más o menos interesados, cual de los dos candidatos conoce mejor los problemas de Cantabria y quien aporta mejores soluciones. Así nos evitaríamos demagógicas alusiones a la condición no cántabra de la ministra, algo que para el PP parece ser cuestión de vida o muerte.
Un PP que mira para otro lado cuando se le pregunta dónde están y donde han estado diputados como José María Lasalle, o el senador Luis Bárcenas, que ni siquiera se ha dignado viajar a la Comunidad Autónoma en los cuatro años que lleva en la Cámara Alta gracias al voto de los cántabros.
Para responder a esas criticas la ministra recurrió a la archifamosa frase con la que Billy Wilder cerraba su fantástica comedia ‘Con faldas y a lo loco’ --“Nadie es perfecto”--, lo que demuestra, además de cultura cinematográfica, una fina ironía y mucha sensibilidad. Que dure.
Si (
No(
