Merecido homenaje a Di Stéfano

Fin de semana de variadas emociones futboleras y olé. Por un lado, la que se añade a la Liga merced al petardo de un Madrid al que no le va nada bien Andalucía, pues si el sábado se ahogó en el Guadalquivir –su nombre también es Betis-, hace dos semanas lo hizo en peno Mediterráneo –como se llama el estadio del Almería-. La que horas después le agregó el Barça con su polémico triunfo merced a la ayuda arbitral –¡qué malos son!- junto al Ebro que le permitió flotar y llevarse tres importantísimos puntos a Cataluña. Las que este domingo le han echado el resto de equipos al completar los partidos de la jornada: unos para bien y otros para mal, unos en su pelea por alcanzar la ‘Champions’ o la Uefa y otros por evitar la tragedia del descenso. La que nos espera, al menos en la próxima jornada con un partido fácil de los de Rijkaard pues reciben al colista Levante, y mucho más complicado de los de Schuster, que tendrán de visitante a un complicadísimo Getafe. Pero quizás donde más emoción se viviera fue en el Bernabéu, a pesar de que no había encuentro.

Pero sí un merecidísimo homenaje, en vida, como debe ser, al que para quien estas líneas firma ha sido el mejor futbolista de la historia, Alfredo Di Stéfano. Allí, con el corazón encogido de la 'Saeta Rubia' –eso sí, sin olvidarse de su humor, cuando afirmó que “todos dicen que no se merecen los homenajes, pero los trincan”-, sus lágrimas, las de su familiares y algunos amigos, estuvo el epicentro compulsivo del fin de semana futbolero.

Porque Don Alfredo, uno de los símbolos históricos del Real Madrid y actual presidente de Honor del club blanco, recibió los plácemes por parte de un deporte rey agradecido no sólo a su enorme e inigualable calidad futbolística y sus decenas de títulos individuales y colectivos, sino a su entrega al cien por cien en defensa de los colores de la camiseta que vistiera y sudara siempre a tope. Y no en algunos partidos, ¡quia!  La gran diferencia del hispano-argentino respecto a otras de las grandes estrellas mundiales de cualquier época fue su pelea en el campo del minuto uno al noventa. En la cita, Di Stéfano recibió el premio 'Presidente UEFA' de manos de Michel Platini, otra de las mejores estrellas de todos los tiempos y hoy máximo mandatario de la UEFA, en presencia de multitud de personalidades relacionadas con el Real Madrid, el mundo del deporte español y el fútbol mundial.

Precisamente esa capacidad de lucha de Di Stéfano en la cancha es la que más aprovecharon sus entrenadores y la que más gustaba a sus admiradores. Por ello, siempre fue denominador común en muchas declaraciones de técnicos que si querían ganar un partido quizás se inclinaran por Cruyff, Pelé, Maradona y Ronaldo, por ejemplo. Pero que si de lo que se trataba era de ganar una competición larga como una Liga, una Copa de Europa o un Mundial, la coincidencia era absoluta: nadie como Di Stéfano. Por tanto, y para concluir esta también emocionada glosa, nada mejor que las palabras del propio Platini: “No puede entenderse la historia del fútbol sin Di Stéfano. Es un grande entre los grandes”. Amén.