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Al facultativo del Severo Ochoa se le acusa de sedaciones irregulares

Rojas-Marcos declara que aplicó sedantes en 'dosis absolutamente normales'

Rojas-Marcos declara que aplicó sedantes en "dosis absolutamente normales"


jueves 11 de enero de 2007, 14:43h
El doctor Jorge Rojas-Marcos declaró este jueves por la mañana en el juzgado de Instrucción número 7 de Leganés que, durante su estancia en el hospital Severo Ochoa de la localidad, aplicó dosis de cloruro mórfico a una paciente en "dosis absolutamente normales", según informó su abogado, Ramiro Urioste.
El facultativo -que interrumpió su estancia en Kenia, donde trabaja para la ONG 'Médicos sin Fronteras'- abrió este jueves por la mañana una nueva ronda de declaraciones por el caso de las presuntas sedaciones irregulares en el hospital leganense, y compareció sobre una de las quince historias que el juzgado investiga. La defensa argumentó que, en este expediente concreto, quedó probado que se aplicó a la paciente "un tratamiento activo", no "una sedación terminal", como trató de probar la acusación. En este sentido, el letrado manifestó que su cliente se limitó "a continuar con el tratamiento" que, previamente, había prescrito otro facultativo anterior.

Para sostener esta defensa, Urioste manifestó que Rojas-Marco se apoyó en los informes del propio Colegio de Médicos de Madrid y en la declaración de un testigo. Por ello, el letrado adelantó que pedirá el archivo de la causa. "Es una más de las historias clínicas que se tienen que archivar", precisó. Rojas-Marcos participó como segunda firma (para corroborar la situación terminal que un primer médico había estimado) en dos de los quince expedientes que investiga el juzgado, a raíz de que una comisión de expertos designada por el Colegio de Médicos de Madrid determinase que las sedaciones fueron irregulares y excesivas.

Su abogado había pedido que esta segunda declaración se realizase a través de videoconferencia para que su cliente no tuviese que desplazarse desde el país africano donde trabaja; pero "no fue posible". Con la comparecencia de este jueves, Rojas-Marcos concluye, en principio, sus declaraciones ante el titular del juzgado número 7, Rafael Rosel.

Sin negligencias
Por otro lado, en un ámbito global, Urioste manifestó que en todas las historias clínicas que ha analizado el juzgado hasta el momento "no hemos visto ninguna actuación negligente por parte de los facultativos".

El juzgado ha imputado, hasta ahora, a nueve médicos del Severo Ochoa por su implicación en los quince expedientes después de que una denuncia anónima alertase sobre las sedaciones que se estaban llevando a cabo en el centro hospitalario.

Las comparecencias continuarán el próximo día 25, momento en que acudirá a declarar el principal encausado, el ex coordinador del Servicio de Urgencias del Severo Ochoa, Luis Montes -que participó en nueve de los quince historiales médicos-, junto a otros dos facultativos: Jorge Enrique Olalla y Encarnación Moreno-Chocano. Ésta última fue imputada por el juez después de que compareciese en calidad de testigo en una de las sedaciones.

Para el día de las comparecencias, los sindicatos CC OO y UGT han anunciado una concentración en la plaza de la Comunidad de Madrid, a las puertas de los juzgados, "para prestar el apoyo a los médicos", según informó la presidenta de la Junta de Personal del Severo Ochoa, Isabel Serrano, quien manifestó que el objetivo "es respaldar a los facultativos ante otras posibles concentraciones contra los médicos que se celebren ese día".

Por su lado, el primer teniente de Alcalde del Gobierno de Leganés, Raúl Calle, manifestó su confianza en que el juzgado "archive el caso". En este sentido, afirmó que el Ejecutivo local espera  "una resolución rápida de la causa".

Sedación terminal

Por otro lado, el abogado de la Asociación de Víctimas contra las Negligencias Sanitarias (AVINESA), Rafael Martín Bueno, anunció e que el colectivo pedirá al titular del juzgado de Instrucción número 7 de Leganés, Rafael Rosel, que investigue dos casos de sedación ocurridos en el hospital Severo Ochoa  en los que un segundo médico distinto al que prescribió la sedación terminal de los pacientes retiró  los sedantes para aplicar un tratamiento alternativo que, según el letrado, permitió mantener con vida a los enfermos.
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