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En la Reserva Natural El Regajal se esconde una de las zonas más emblemáticas del mundo en conservación de lepidópteros

El secreto de las mariposas

martes 14 de noviembre de 2006, 13:49h
En el único mar de Madrid las gaviotas son mariposas. Es el de Ontígola, en la comarca de Las Vegas, un embalse regio del siglo XVI que en su día regó las ricas huertas y jardines palaciegos de Aranjuez. En este océano de especies vegetales y animales se abre la Reserva Natural El Regajal, donde el potencial conservador de lepidópteros animó a la Comunidad de Madrid a poner en marcha uno de los mariposarios científicos más importantes del planeta y donde se conservan, persiguen y desvelan todos los secretos de estos coloridos insectos.

Cada temporada El Regajal se convierte en lugar de peregrinación de los más importantes entomólogos españoles y europeos, que quieren conocer la singularidad de este espacio natural, considerado "quinta prioridad mundial" en conservación de mariposas. Aunque la finca, de unas 600 hectáreas, es de propiedad privada, la Comunidad de Madrid levantó en sus entrañas hace ocho años un mariposario con fines científicos, donde se estudian los secretos de las mariposas.

En este océano de insectos los coloridos alados se han convertido en protagonistas de un controvertido rincón vegetal donde las perdices, liebres o zorros conviven con el polvo y las máquinas de las graveras que todavía quedan aquí. "Tienen concesiones muy antiguas y, aunque terminarán por desaparecer cuando finalicen los contratos de extracción, están aquí legalmente y hay que asumirlo", explica José González, ingeniero forestal y miembro del equipo del mariposario que, precisamente, ocupa el espacio de una antigua gravera abandonada.

En este mar de coscojos, quejigos y plantas aromáticas propias del mediterráneo, además de olivos y vides que conforman el paisaje del Regajal, se ha recuperado el espacio arañado y vacío, devorado desde los 70 por una extractora de grava. Respetando la austeridad del entorno los responsables del centro de lepidópteros han construido un discreto mariposario rodeado de las plantas nutricias de los insectos. Una gran balsa artificial pero muy coqueta de 50.000 metros cúbicos en el que nadan a sus anchas varias carpas y donde se deja ver algún que otro sapo precede la malla de mariposas y la hectárea de vegetación que la rodea. Por supuesto "es el mariposario más grande de la Comunidad", aunque no es visitable por sus fines, exclusivamente científicos.

Este espacio natural se ha convertido "tristemente" en una isla rodeada de carreteras (entre ellas la radial 4), polígonos industriales y vías de tren, dice José González, pero su secreto sigue siendo la diversidad de ecosistemas de sustratos muy diversos, desde humedales hasta saladales, yesos y calizas. "Si el interés de El Mar de Ontígola radica en la presencia de una extensa zona húmeda de gran valor ambiental en el sur de Madrid, el de El Regajal se debe a que alberga la representación mejor conservada del coscojar de la Comunidad de Madrid u otras plantas ligadas a las zonas salinas", explica Francisco Sánchez Herrero, Jefe del Servicio de Espacios Naturales protegidos de la Comunidad. Sólo en El Regajal se contabilizan nueve ecosistemas.

Este coscojar conserva 73 especies de mariposas diurnas y 400 nocturnas, en total el 10 por ciento de las espacies que viven en España, y unas 900 especies vegetales más que en todo el Reino Unido, lo que contribuye a esa diversificación de lepidópteros. Los hitos de este centro de investigación se deben en gran parte a esta vegetación. "Hemos introducido plantas nutricias nuevas, y descubierto que la misma especie de mariposa se alimenta de diferentes plantas aquí y en Gran bretaña". También en el Regajal se han descubierto hasta un 15 por ciento de nuevos ciclos biológicos de mariposas, cuyas orugas eran desconocidas.

La más veloz, a 60 kilómetros por hora
Cuando Javier González explica los logros de su equipo es como si una mariposa desplegara por vez primera sus alas, y muestra toda su fascinación por estos insectos. "Son los únicos sobre el planeta que desde su nacimiento hasta su madurez multiplican su peso 45.000 veces y, de su primer estadio al último cambian de piel 5 o seis veces, cada tres o cuatro semanas". Este ingeniero desvela otros muchos secretos de los que son quizá, los insectos más bellos, y da fe de que todas esas cosas que nos dijeron de niños sobre ellas son ciertos: "Sin sus escamas -ese polvo púrpura que se pega a los dedos- no pueden volar y su iridiscencia -aire entre las escamas- que las hace cambiar de tonalidad según incida la luz sobre sus alas, ha sido fruto de inspiración para fabricantes de coches o pintores".

Aquí tienen 'localizada' a la mariposa más grande de Europa, la Saturnia pyri o Gran Pavón, de hasta 16 centímetros de envergadura, y la más veloz, que puede volar a 60 kilómetros por hora, lo que le permite cruzar el Atlántico. "Las de El Regajal se consideran las mariposas más pequeñas del mundo" entre ellas la mariposa Arlequín, una especie protegida en la Comunidad de Madrid que se ha tenido que adaptar a la climatología irregular en la que vive. "Las primaveras son muy cortas y las plantas tienen menos tiempo para desarrollarse por lo que las mariposas, que necesitan de las plantas para sobrevivir, también acortan sus ciclos, y crecen en menor tiempo y por tanto, también en tamaño", según José González.

Desde febrero la actividad en el centro de investigación del mariposario no cesa. En el interior de la cabaña se limpian y alimentan a diario a las más de 150 especies de orugas que se conservan por temporada, las cuales son objeto de estudio en su desarrollo, alimentación -para ello hay más de 100 especies de plantas en este mariposario- y evolución. Desde 2002 todos sus logros y hallazgos quedan negro sobre blanco en una colección que publica la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, "seis volúmenes con todas las especies y su proceso evolutivo, acompañadas de fotografías en sus distintos estadios -oruga, crisálida e imago-. "Cuando finalicemos el trabajo El Regajal se convertirá en la zona más estudiada de España, y será muy difícil de superar". Será entonces cuando no quede por desvelar ni unos sólo de los secretos de estos insectos alados.

 

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