Un cambio de ley

No sé cuanta sensibilidad tendrán las piedras pero vivimos en una sociedad en la que escasean las manifestaciones de sensibilidad hacia lo importante, y sobre todo ante las injusticias. Si ayer era noticia, desgraciada noticia, que un guardia civil, José Mª Cenamora, ha sido condenado por haber abusado sexualmente de su hijastra, que terminó suicidándose con 17 años, y de su propia hija cuando está tenía cinco, hoy sabemos que la condena será de dieciocho meses y que además éste sujeto recuperará la patria potestad de la niña, que ahora tiene diez, en cuanto salga de prisión.

Lo escandaloso es que aquí no pasa nada. Sin embargo, al igual que la sociedad se movilizó contra la violencia doméstica contra las mujeres, ahora, si tuvieramos un pelín de sensibilidad y algo más de vergüenza, deberiamos de movilizarnos para que los poderes públicos acaben con esta lacra, con estos criminales, porque es lo que son, que abusan de los niños. Lo que no es admisible es que haber abusado de dos niñas salga prácticamente gratis.

Me pregunto por qué nuestra sociedad no persigue a los pedófilos,a los pederastas, a quienes comercian con pornografía infantil, a todos esos monstruos que andan sueltos tan tranquilos. Dirán ustedes que es cosa de la Justicia, pero no solo, porque los jueces lo que hacen es poner penas con arreglo a las leyes que elaboran los políticos, de manera que es a los partidos, empezando por el Gobierno, a quienes hay que pedir que la misma sensibilidad que demuestran ¡afortunadamente¡ hacia las mujeres maltratadas, la muestren hacia las víctimas más inocentes que son los niños.

Ya digo que me sorprende la falta de sensibilidad de nuestra clase política, más preocupada por pelearse unos, los del PP, para ver quién manda, y hacer una cruzada laicista los otros vaya usted a saber por qué extrañas razones, aunque supongo que políticamente queda más progre sacarse conejos de la chistera que dar soluciones a los problemas reales de la sociedad. Y un problema real es que hay que poner coto a pedófilos y pederastas, y que hay que abordar que se hace con ellos, porque los expertos dicen que es gente que no se llega a reinsertarse nunca.

A mi me escandaliza que dentro de dieciocho meses ese tipo llamado Cemora vuelva a tener la patria potestad de su hija, y me escandaliza que aquí nadie diga nada. Es evidente que hay que cambiar la ley ¿o no se le ha ocurrido a nadie?.