Crisis necesaria

Menos mal que en el PP no hay nadie que tenga la desvergüenza de decir que en vez de crisis, lo suyo es desaceleración (eso se lo dejan a ZP y Solbes) pero si cada día tiene su afán, para Rajoy cada día tiene su disgusto y para la derecha española  cada día tiene su decepción.

Que María San Gil deja su escaño y la presidencia del PP vasco, es una mala noticia para su partido, pero que Ortega Lara deja su carné del PP es una horrible noticia para la militancia, que será hábilmente aprovechada por las televisiones y medios afines al PSOE que están encantados con este via crucis al que le quedan una jartá de estaciones antes de llegar a la crucifixión.

Lo que al menos hay que reconocerle y agradecerle al PP es que tienen la honestidad de debatir ante la sociedad sus problemas, pero la conclusión más sencilla que hay que sacar es que no hay nadie en ninguna conspiración: esto es mucho más vulgar, menos complicado y nada maquiavélico. Esto es pura desorganización, incompetencia con  algo de irresponsabilidad, repartida a partes iguales.

La renovación del PP le corresponde hacerla a otra generación, y no hay que temer que se eternice el PSOE en el poder porque el PP es un partido de amplia base electoral de militantes y de electores. Lo que está fallando en el PP son sus cuadros, porque este partido tiene bases sólidas aunque sus cuadros sean inestables

La crisis que está sufriendo el PP es una crisis necesaria que servirá para superar un modelo de partido que ya no vale.