Al PP le pasa lo que a esos famosillos cutres que cuanto más airean sus miserias, mas se retroralimentan y necesitan sacar a la luz otras nuevas para completar su camino a ninguna parte. Da igual el foro en el que te encuentres a cualquiera de los dirigentes del PP o que estos sean de primera de segunda o de quinta división. Todos te hacen la pregunta ritual ¿ Y tú como lo ves ? para inmediatamente ,sin darte un respiro y mucho menos dejarte responder ¡ que ordinariez! soltarse ellos mismos una retahíla en la que no dejan títere con cabeza.
Me ocurrió el otro día en la conferencia que una de las estrellas ascendentes del PP María Dolores de Cospedal ofreció en el Club siglo XXI, donde, por cierto, logró la cuadratura del circulo al conseguir sentar juntos ¡pero no revueltos ¡a Rajoy, Aguirre y Gallardón... Cuando me disponía a entrar en la sala me encontré con una de las viejas glorias populares, de esas de tercera fila, que en el tiempo record de siete minutos agotó todos los adjetivos calificativos del diccionario para referirse a sus compañeros.
A María San Gil la tachó de "niñata", a Ortega Lara de "pirado" a Zaplana de "corrupto" a Aguirre de "liberal del pleistoceno" a Acebes de "conspirador", a Rato de " millonetis", a Aznar de " enreda" a Arístegui de "patético" a Costa de "pijo". Lo más suave que dijo el fulano fué que Rajoy era el rey desnudo, la víctima propiciatoria para que todos los barones regionales le situaran en la diana de sus frustraciones. Solo se salvó él mismo de la quema y tuvo un atisbo de generosidad con la ponente "es guapa y brillante", sentenció.
Cuando acabó con sus colegas la emprendió con los periodistas centrándose en Federico Jiménez Losantos, a quien definió como "un cobarde que como no se atreve a presentarse a las elecciones , utiliza el púlpito de la COPE para hacer campaña" y en Pedro J."el padre de todas las conspiraciones". Me fui de su lado en el temor de que, preso de la ira, le empezara a salir espuma de la boca y su veneno terminara por alcanzarme, cosa que estuvo a punto de ocurrir si Fernando Jaúregui no acude a rescatarme ¡gracias colega!. Como dice mi admirado Raúl del Pozo, -ese pedazo de periodista que ha conseguido por meritos propios y sobrados el Mariano de Cavia- "los enemigos son unos caballeros; el odio es un sentimiento superior mientras hay supuestos amigos que siempre te muerden los tobillos".
¡Cuanta razón y sabiduría¡ encierra su alusión a Max Estrella: " envidian mi talento y mi rebeldía. Soy el verdadero inmortal y no esos cabrones del cotarro académico". Entre tanta catarsis, despelleje y confusión, me refugio en "el Ruido de la calle" de Raúl que me da un respiro cada mañana para seguir en este complicado oficio. Ya sabes Raúl que yo sí envidio tu talento y tu rebeldía y aunque nunca alcanzaré tu maestría, me gusta refugiarme en ella para que que esos del cotarro político no acaben por desquiciarme.
Si (
No(
