La noche de este lunes terminó el calvario de Fernando Martín. Tras una reunión de cinco horas del Consejo de Administración de Martinsa-Fadesa, y un largo fin de semana de gestiones, reuniones y contactos telefónicos, al final, el empresario decidió tirar la toalla. A su modo, Como cuando dio “la espantá” al frente del Real Madrid. Los abogados se lo habían dejado claro: “No hay salida Fernando. Si no nos dan los 150 millones, no podemos hacer frente a los pagos inmediatos y los acreedores dejarán en suspenso el acuerdo de refinanciación”.
Los 45 acreedores estaban dispuestos a facilitar la refinanciación de la deuda. Entidades financieras como La Caixa, Popular y Caja Madrid acaparan casi el 50% del total de dicha deuda. No les interesaba llegar a esta situación. Mejor la refinanciación que una situación concursal en la cual, como poco, van a perder el 25% del capital prestado. Por eso no es de extrañar que, este lunes, la principal “víctima” de la situación haya sido el Banco Popular, cuya acción sufrió un fuerte castigo en las bolsas. La Caixa y Cajamadrid se libran porque no cotizan en los parqués, sino habrían tenido que beber del mismo cáliz que la entidad que preside Ángel Ron. Y es que es mucho el dinero en juego, casi 2.000 millones de euros.
El problema surge cuando se llega a un acuerdo para refinanciar 4.000 de los 5.000 millones. En dicho acuerdo se suscribe una clausula por la cual se requiere la dotación de 150 millones para afrontar unos pagos inmediatos. Fernando Martín cree que esa cantidad va a ser fácil de obtener. Cuenta, según él, con la colaboración del Gobierno. En noviembre de 2007, Rodriguez Zapatero le había prometido ayuda en caso extremo. Ahora ha llegado el momento de acudir al ICO.
Pero el ICO no acepta el plan. En el seno del Gobierno existen discrepancias sobre la oportunidad de acudir en auxilio de las inmobiliarias en apuros. El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez no lo considera conveniente mientras que el vicepresidente Pedro Solbes es partidario de intervenir en casos extremos. Una vez más Solbes se queda en minoría. Demasiados tragos amargos para un Vicepresidente que empieza a estar harto de la situación.
Pero el “Caso Martinsa” tiene otras víctimas: los trabajadores. Esta prevista una reunión con los representantes sindicales, este martes, para negociar un ajuste de plantilla. El eventual recorte podría afectar a unos 300 empleados de un total de 880. La forma de proceder a los despidos será, casi con toda la seguridad, la de un Expediente de Regulación de Empleo, ERE, mediante bajas incentivadas. Martinsa, al contrario que Hábitat, no cuenta con franquicias por lo que no puede ofrecer esta alternativa a los trabajadores. El problema es que ya no hay trabajo para éstos. El negocio inmobiliario está prácticamente parado.
Presenta un ERE para el 26,6% de la plantilla
Martinsa-Fadesa presentará ahora ante la autoridad laboral un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 234 empleados, el 26,5% del total de plantilla de 880 trabajadores con que cuenta la empresa.
La presentación del ERE, ya programada desde la pasada semana, coincide con la presentación de la solicitud del concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) decidida ayer por el consejo de administración de Martinsa-Fadesa.