Las voces amigas de los ancianos

Se quedó sola de repente. Su marido murió hace un año y medio y, poco después, su única hija se casó. Pero, desde hace algunos meses, Julia Rodríguez, de 73 años, se siente un poco menos sola en su domicilio del distrito de San Blas, gracias a un pequeño aparato que tiene instalado en la ya vacía habitación de su hija.

Como ella, entre 30.000 y 35.000 mayores de la capital son usuarios de la teleasistencia de Personalia, empresa de la ONCE que presta este servicio del Ayuntamiento en los distritos de San Blas, Ciudad Lineal, Hortaleza, Latina, Chamberí y Moncloa-Aravaca. Nada más pulsar el botón, una voz tranquiliza al anciano: "No se preocupe. Estamos estableciendo conexión para solicitar ayuda". Momentos después, un teleoperador le pregunta si se encuentra bien y, en caso de emergencia, envía una unidad móvil a su domicilio.

Además de cursar la llamada a través de ese aparato fijo, el usuario puede hacerlo a través de un pequeño dispositivo diseñado para poder llevarlo colgado del cuello o en la muñeca, a modo de pulsera, con el que incluso puede ducharse. De esta forma, si sufre una caída o le ocurre algo lejos de donde se encuentra situado el aparato fijo, puede llamar también para solicitar ayuda. Julia, "afortunadamente", no ha tenido que utilizarlo hasta ahora. Pero se siente más segura. "Estoy sola por las noches. No me da miedo, pero ¿y si me pasa algo?", se pregunta.

Además, una vez a la semana, Julia recibe una llamada para preguntarle cómo está. "Me recuerdan que me tome los medicamentos, me preguntan cómo estoy, qué he hecho, incluso me felicitan el día de mi cumpleaños. Y eso significa mucho para una persona que vive sola", añade. En caso de que no puedan contactar con ella, la llaman al móvil y, si no, avisan a algún familiar. "Cuando se pone en marcha el servicio, recabamos todos esos datos. Además, algunos nos dan una llave para poder entrar en caso de emergencia", explica Óscar Flores, supervisor de Personalia. Estas situaciones suponen la  mayor parte de las comunicaciones, "aunque también recibimos muchas llamadas de ancianos que se sienten solos y quieren charlar", añade Flores.

El aparato está diseñado también para avisar al anciano en caso de que se vaya la luz. Cada 15 días, la empresa realiza dos llamadas de autochequeo —que no percibe el usuario— a través de una línea 900, según explica Flores, y el resto de las comunicaciones, incluidas las que realiza el usuario, se hacen "a través de una línea 902, cofinanciada por el Ayuntamiento, la empresa y el usuario", puntualiza el supervisor. El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció este viernes que las llamadas de autochequeo serán gratuitas para todos los usuarios a partir de septiembre.

Fue una prima de Julia quien le recomendó el servicio cuando enviudó. "Tuve que esperar un poco para que me lo concedieran, porque hubo un cambio de empresa, pero estoy muy contenta", añade. A ella, además, el servicio le sale gratis porque, según el baremo municipal, su pensión no llega al tope establecido para el copago, que varía en función de la renta para los usuarios menores de 80 años. Para quienes superan esa edad, la teleasistencia municipal es gratuita. Solo tienen que llamar al 010, donde se les tramita de forma automática para que tengan instalado el servicio en menos de 48 horas. Los que no alcancen esa edad, deben dirigirse a los servicios sociales de su distrito. "Casi no hay lista de espera", concluye Flores.