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Bolsa: lo mejor, la liquidez

jueves 21 de agosto de 2008, 19:14h

Ya casi a la vuelta de la esquina, cuando llegue septiembre, reanudaremos ese grato contacto diario con los exploradores de este Diario Crítico de la Economía que es la crónica de cierre de Bolsa. De momento, ya se ve cómo están las cosas, con el IBEX rozando de nuevo los niveles mínimos del año, al cerrar hoy en 11.217,40, con recorte del 1,43% que rompe el infundado optimismo de algunos en la jornada de ayer. En la misma línea se mueve el índice general de Madrid, que cierra en 1206,23, con recorte del 1,45%. Duran poco las alegrías en la casa del pobre.

El buen sentido aconseja mantenerse en el consejo de apuesta por la liquidez y sobre todo, no creer en los milagros, por lo menos en los sectores más significativamente afectados por la crisis. El petróleo volverá a subir y nuevas turbulencias financieras afectarán, más temprano que tarde, a la fortaleza del dólar. Conviene asumir los hechos como los hechos son en las cifras y en los indicadores. No son buenos tiempos para el inversor y vienen peores.

Cuando llegue el cercano otoño, ese en el que, según insistían los portavoces autorizados del Gobierno durante el primer cuatrimestre del año en curso, la economía empezaría a remontar, la realidad, bien contraria, augura una dramática profundización de la crisis. ¿Qué se podrá decir a los nuevos cientos y cientos de miles de parados? ¿Y qué a los cientos de miles, quizá millones, de familias que verán agotadas sus posibilidades de endeudamiento y sin salida para sus activos en tiempo razonable? ¿Y qué a los miles de pequeños y medianos empresarios literalmente asfixiados por la caída de los indicadores de consumo y por la progresiva parálisis de la actividad?

Cierto que, dentro de los principales sectores, hay algunos valores que, en sus niveles actuales, son muy deseables, como lo son paradigmáticamente las acciones de Telefónica y también lo son las de varias energéticas y otras, por ejemplo, de importantes constructoras y empresas de servicios, incluso de alguna ahora aparentemente en dificultades. Pero sólo son buena opción para el inversor con capacidad de resistencia a largo o por lo menos, medio plazo, no menos de cuatro o cinco años para alcanzar los parámetros razonables de seguridad en la apuesta.

Para los demás inversores es tiempo de extremar la cautela y desde luego, para el más modesto, de optar por la liquidez y como mucho, refugiarse en las imposiciones a tipo y plazo bien definidos. Ya se sabe, en tiempos de tribulación, no hacer mudanza. Y los experimentos, con gaseosa, no con euros. Paciencia, que vendrán tiempos mejores, aunque probablemente van a tardar…

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