El especialista observó que, por ejemplo, los estudiosos del terrorismo deben hablar "del Al Qaeda central simplemente para señalar a (Osama) Bin Laden y sus seguidores inmediatos".
"El resto (de Al Qaeda) es una red virtual que no se conocen y se comunican por Internet y por una serie de otros mecanismos que facilita el Internet", agregó Jaramillo, sociólogo, historiador y ex consejero de paz que ejerce como asesor del Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana (CEACSC).
Jaramillo explicó que la red informática hace posible que comunicarse incluso "a través de píxeles de la imagen, o sea, cosas prácticamente microscópicas e invisibles que contienen la información, como la contenía en la II Guerra Mundial la 'miniaturización' de los mensajes de los espías".
Ahora se puede hacer con imágenes que circulan y es imposible controlar,agregó el especialista, para quien esto es parte de "ese mundo virtual del cual todos gozamos, pero también se aventajan de él los criminales transnacionales".
Jaramillo habló del problema en la segunda y última jornada del encuentro "hacia la construcción de una agenda común de seguridad para los países andinos", convocado por el Parlamento Andino y la alcaldía de Bogotá y al que concurrieron autoridades municipales y estatales de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
La criminalidad transnacional y su incidencia en la seguridad ciudadana fue el tema que ocupó al experto colombiano, quien subrayó que, por esencia, combatir a la delincuencia sin fronteras requiere de la cooperación internacional.
"Poco pueden hacer los países individualmente por tratar de buscar luchar eficazmente contra este tipo de delincuencia y de criminalidad si no están hermanados con otros países que comparten y hacen parte de la cadena delictiva que forma esos delitos", dijo.
Son crímenes, continuó, que comprometen a países vecinos y que también se constituyen en "redes de delitos transnacionales mundiales que, podríamos decir, tienen sus ramificaciones en todos los continentes".
Jaramillo afirmó que luchar de forma eficaz contra ellos exige, como estrategia básica, entenderlos en toda su magnitud, mediante el estudio y la investigación, además de un trabajo coordinado y articulado de los países, con la transmisión de datos e información.
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