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Récord en errores

Récord en errores

lunes 22 de septiembre de 2008, 02:18h

Los mandatarios de la Unión de Naciones Suramericanas, incluido el camaleón Luiz Inacio Lula Da Silva, rechazaron la exigencia hecha por Hugo Chávez de condenar a Estados Unidos por su intervención en Bolivia: todos sabían que quien mayormente intervenía era él y, además, que lo hacía descaradamente por supuestas instrucciones del Libertador. Y es que el Presidente se ha creído que todos los protagonistas de su película tienen que recitar al pié de la letra el parlamento que les tiene asignados: advirtió que está dispuesto a atacar militarmente territorios bolivianos o paraguayos si las fuerzas de derecha derrocan a los gobiernos o asesinan a sus presidentes.

Arremetió contra el alto mando militar de Bolivia -"He conocido muchos gorilas en América Latina"– y colocó en una difícil situación al monigote presidente, al punto de que éste, incapaz de responder personalmente, mandó al ministro de la Defensa a que saliera en defensa de las Fuerzas Armadas. Mientras hablaba de morir por Bolivia, VTV transmitía un simulacro bufo de ataque a nuestro país, realizado en Puerto Ordaz: las fuerzas rojas (leales) tuvieron ocho heridos, dos de gravedad, entre ellas un teniente coronel, al estallar un granada rusa y fallar un cañón italiano, sin necesidad de que las fuerzas azules (invasoras) llegaran a intervenir.

Por si fueran pocas las derrotas, Cristina Fernández, la presidenta cara de cocotte, boca de cocotte, pinta de co cotte, suspendió la escala en el país, por considerar que no sería una buena idea, en medio del escándalo Antonini, aparecer abrazada (y apretujada) por el avorazado Hugo Chávez.

La visita estaba prevista con motivo del viaje de la presidenta a Nueva York, junto con el señor Fernández, antes Kirchner, para asistir a la Asamblea Anual de la ONU y quién sabe si para gastar algunos dinerillos sobranceros de las remesas recibidas a través del dolarducto de Pdvsa.

Voilà. El jefe militar (R) de este enclave supuestamente gringo, pero potencialmente ruso, ostenta más récords en errores que todos los grandeligas venezolanos juntos y el más reciente es el de ser el único mandatario en atreverse a gritar en público, horario y transmitido por cadena de TV (horario infantil): "¡Váyanse al carajo yanquis de mierda!".

Durante meses logró cumplir su propósito de ignorar el caso Antonini, pero las grabaciones de la CIA y el FBI que permiten reconstruir lo ocurrido, le hicieron saltar los tapones otra vez: "¡Desgraciado... traidor!" (su desgraciado y su traidor).

Pedro Llorens   
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