La columna de G. Lendoiro: "Ágora, la nueva gran apuesta de Amenábar "

No es tarea sencilla escribir una columna sobre qué te ha parecido la nueva película de Amenábar, Ágora. Alejandro es un gran cineasta y, además es humilde, sencillo y carente de cualquier atisbo de afectación, hecho éste último que traslada a sus filmes.

Hay que tener narices (o ser Alejandro Amenábar) para hacer una historia de una mujer prácticamente desconocida como lo fue Hipatia, hija de Teón, el último director de la Biblioteca de Alejandría (la segunda). Mujer profundamente apasionada por las matemáticas, la filosofía y la astronomía, llegó a dar clases en dicha biblioteca en el siglo V dC, justo en el declive del Imperio Romano. Alejandría, cuna de la cultura en ese momento (de la misma manera que en su día lo había sido Atenas) y fiel heredera de la ciudad helena en su amor reverencial hacia el conocimiento, es el lugar dónde ella vivió y escribió sus obras (ninguna se conservó tras la destrucción del templo)

La película, rodada en Malta y con una luz a tono con la imagen luminosa del saber que se quiere trasmitir, se centra especialmente en el papel de ella; una mujer considerada por muchos como la primera feminista de la historia. Es muy probable que los críticos de cine (mucho más duchos que yo en todas estas materias) digan que no es una obra maestra. O no su obra maestra. Pero a mí, personalmente me ha parecido una delicia. Al margen de que Amenábar es (siempre bajo mi opinión) un director que sabe sacar lo mejor de sus personajes femeninos, en esta obra ha conseguido reflejar la verdadera pasión de una mujer que se contiene por su condición de filósofa en su sentido más etimológico.

Rachel Weisz, ganadora de un Óscar por El jardinero fiel, interpreta a Hipatia de una manera magistral a un personaje que renunció a las pasiones humanas por su amor a la ciencia. En esta historia la verdadera protagonista no es ni ella, ni Alejandría, ni su biblioteca, sino esa necesidad que siempre ha acompañado al hombre de saber qué le rodea. Algo tan sencillo a los ojos de un espectador contemporáneo como puede ser el conocimiento de que es la tierra la que gira alrededor del sol y de forma elíptica, es una verdadera angustia para ella que no alcanza a entender lo establecido en esa época. Ella sabe que lo dicho por Ptolomeo no puede ser así y dedicará su vida a entender el por qué de la grandeza del mundo que la rodea. Cuando vean la película entenderán de qué les hablo, pero va de círculos, elipses y el movimiento de los planetas alrededor del sol.

El momento coincide con el auge de los cristianos y el fin del paganismo. Amenábar no ha querido hacer un ajuste de cuentas con los cristianos por su condición de ateo (en esta película los malos son los primeros) sino que ha querido dejar claro (hoy en rueda de prensa lo ha dicho) que habla sólo de un grupo de fanáticos que, llegado un momento, dejan de lado la razón para dar paso a la barbarie. Curioso el paralelismo que podemos hacer mil seiscientos años después… Muy acertada el intento de reflejar un momento tan importante para la historia de la humanidad como fue la caída del Imperio Romano y con él el nacimiento de la Edad Media y 1500 años de relativo oscurantismo.

Si tiene tiempo (dura dos horas y seis minutos pero son densas), ganas y sensibilidad, gozará con esta película. No caeré en el tópico de decir que es una película para mujeres porque entiendo que hombres con sensibilidad hay unos cuantos, pero sí les digo que no es de sábado con palomitas. Un pequeño apunte; si no le importa verla en versión original, se lo recomiendo. Perderse el siempre delicioso acento culto británico de sus actores sería imperdonable (he visto el trailer doblado y no hay color).

Si cuando salga del cine le ha sabido a poco, cómprese la novelización de la película que hace Marta Sofía (ed. Booket) y que, desde hoy, está ya a la venta (14,50 euros). En este libro, además, se hace mayor hincapié en la vida sentimental de Hipatia. Si es usted de los que, además, se queda encantado con la fotografía de la película tiene, también desde hoy, Ágora, el libro de la película (Libros Cúpula)

Y un último apunte, porque si no, dejaría de ser yo: Esta película ha costado 50 millones de euros. Bien es verdad que mucha gente del equipo técnico es extranjera, así como los actores. Pero también es cierto que hay producción española, productores ejecutivos, director, guionista (el siempre fiel escudero de Alejandro, Mateo Gil), fotografía y montaje (el gran Nacho Ruíz Capillas)…lo que significa, señores de la plataforma del cine, que, cuando hay talento, el dinero viene rodado y no necesita de mamá Estado. Estoy convencida, además, de que el éxito de taquilla está más que asegurado. Y los que han puesto la pasta para la película, está claro que piensan como yo. 

Por cierto, la película es estrena este viernes en los cines de toda España. Así fue la presentación oficial en nuestro país: