La expectativa que genera este título no es baladí. Estamos hablando de una de las franquicias más clásicas y queridas y el proyecto de mayor envergadura en nuestro país. Durante la presentación pudimos ver el tráiler que ya se presentó en el pasado E3 a mediados de Junio, así como parte de los nuevos escenarios y habilidades de nuestro protagonista cazavampiros.
El escepticismo es casi tan elevado como la expectativa. Los fans más acérrimos a la saga y al formato clásico bidimensional no ven con buenos ojos el salto al 3D, algo comprensible si miramos a los intentos de 'Konami' en el pasado. Sin embargo las sensaciones que nos dejó el juego durante la presentación son muy positivas.
Enric Álvarez mostró un par de niveles nuevos: el castillo de Drácula y la torre del reloj, dos clásicos en todos los juegos de la saga. También se han conservado otros muchos elementos como la recolección de objetos destruyendo el escenario o la exploración de plataformas para descubrir nuevos caminos y secretos. Todo ello en unos escenarios repletos de detalles con una iluminación donde domina el claroscuro.
El desarrollo y el diseño de los monstruos y criaturas que pueblan este universo ha sido cuidado al más mínimo detalle. Cada uno de éstos tendrá un comportamiento único y muchas veces veremos cómo estos interactúan con los diferentes elementos del nivel. Por ejemplo, los ghouls, cuando encuentran carroña por el suelo, van a por ella y si le atacamos en ese momento será más agresivo.
La visión que nos quieren mostrar desde 'Mercury Steam' de la saga 'Castlevania' se aleja de los títulos más actuales y nos acerca más a la heroicidad -y masculinidad- de los primeros cazavampiros. A saber, los juegos que salieron para NES y la Super Nintendo.
Tras la presentación pudimos probar una demo de unos de los niveles del juego. El gameplay ha evolucionado siguiendo el camino de los grandes 'hack and slash' como 'God of War' pero introduciendo elementos propios así como algunas de las claves que han ido definiendo a 'Castlevania' desde 1986.
Aunque la demostración fue algo corta nos dejó un buen sabor de boca: un ritmo de juego ágil pero sin ser frenético. Una buena combinación de movimientos y habilidades para no caer rápidamente en la monotonía de machacar siempre el mismo botón. En definitiva, un juego diferente a lo que 'Konami' nos ha ido ofreciendo pero no por ello de peor calidad.
Paradojas del mundo del videojuego: a veces el jugador más conservador es el mismo que se queja de que la industria no evoluciona y siempre ofrece lo mismo.
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