Sir Gordon Sumners apareció de negro impecable en un amplio escenario donde su figura compartió protagonismo con la Royal Philarmonic Orchestra de Londres, compuesta por 45 músicos y dirigida por
Steven Mercurio.
El ex líder de
The Police inauguró las tres horas de concierto con "If I ever lose my faith in you", que provocó movimientos cervicales entre el público que ocupaba las sillas del recinto, que tiene capacidad para más de diez mil personas y no se ha llenado.
Los arreglos orquestados de los grandes éxitos del inglés pasaron su primera prueba en España con la ovación con que los asistentes premiaron las tímidas apariciones de los instrumentos de cuerda en esta primera canción.
Pisando sobre seguro, Sumners escogió para empezar éxitos que a día de hoy todavía suenan en las emisoras de radio como "Every little thing she does is magic", que ha constituido el primer guiño del ex líder de The Police a su antigua banda.
"Buenas noches, estoy encantado de estar aquí en Bilbao", ha saludado en castellano Sting antes de presentar a la Royal Philarmonic Orchestra de Londres y disculparse porque, tan "excitado" como estaba por hablar en español, se había olvidado de la vocalista Jo Lawry, que después adquirirá un enorme protagonismo.
Los inconfundibles primeros acordes de "Englishman in New York" han arrancado las primeras palmas entre el público, que ha acompañado al de Newcastle cuando este ha cantado "be yourself" y pedía que los asistentes le respondieran "no matter what they say".
"Roxanne" no sonó ni mucho menos con la energía habitual, y por ello no fue necesario que Sting forzara la voz como en 1978, y se permitió incluso el acompañamiento de una guitarra española y dos solos soberbios de un clarinete y un violonchelo mientras el escenario se teñía de rojo.
La guitarra eléctrica buscó su primera cuota de protagonismo en "Why should I cry for you", y ha consiguió adaptarse al ecosistema sinfónico sin desentonar.
Jo Lawry ofreció un estremecedor dueto con el británico en "Whenever I say your name", en el que eclipsó por momentos al protagonista de la noche.
En la primera parte de "Symphonicity" también sonaron "Straight to my heart", "When we dance", "Fields of gold" y "Shape of my heart".
El espíritu de The Police regresó momentáneamente con "Mad about you" -al que precede un versículo bíblico sobre la leyenda de David y Betsabé- y una versión remozada de "Every breath you take" que, con gran protagonismo de los violines, amagó con dar por terminado el espectáculo de forma apoteósica.
"Desert rose" ha desatado la locura en el escenario con sus frenéticos ritmos árabes y con un Sting que bailó sin contemplaciones,. Los miembros de la filarmónica se unieron a la fiesta con "She's too good for me" y saltaron de sus asientos cuando no tocaban.
"Symphonicity" terminó con "Fragile" y un último haz de luz sobre Sting mientras interpretaba a capella una emocionante "I was brought to my senses".
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