Saquemos los caballos a la calle

Nos quedamos sin carreras de caballos en Madrid. Del 19 de noviembre, fecha del último día de carreras en el Hipódromo de la Zarzuela, hasta el próximo 10 de marzo cuando arranque otra vez el maratón de jornadas en el hipódromo de referencia del Turf español hasta finales de noviembre.

Para neófitos en la materia, indicar que desde la Reapertura en el 2005, el Hipódromo de la Zarzuela forma parte del conglomerado de empresas de SEPI. De otra manera, hubiera sido imposible recuperar un espacio de Patrimonio Nacional por las incomparables Tribunas de Torroja, ni tan poco sacar de la más absoluta decadencia que la industria del Turf vivió en los años de cierre del Hipódromo de Madrid. Curiosamente fue Inés Sabanés, la política que algún día tendremos que reconocer (y desde aquí pido un premio a su nombre) por su labor en recuperar el hipódromo. Fue ella en el 2001 quien propuso que fueran Ayuntamiento y Comunidad los que intervinieran la gestión del Hipódromo. En aquel momento sólo unas pocas familias vivían en él y las carreras se celebraban en San Sebastian y Mijas y las Tribunas las barrían cuatro empleados de Patrimonio que trataban de que no se vinieran abajo desde el cierre de 1996, porque las Tribunas fueron declaradas bien de Interes Cultural con categoría de monumento en 2009. No perder la memoria de aquel tiempo, y de otros más cercanos, permitiría muchas revanchas. No es la base de este artículo. Ni voy a mirar al pasado ni lo olvido, eso sí, más que nada por no alinearme con personas que defienden su afición al Turf siempre por detrás de su ego y su gusto por el dinero. Pero, como he dicho, al no nombrarlas, pasemos página.

Este artículo va de otra cosa. Va de lo porqués nos vamos a encontrar casi cuatro meses sin actividad en el Hipódromo más importante de España y porque en Dos Hermanas el faraónico y espectacular recinto de carreras de caballos del Sur de España se enseñará semi vacio por las cámaras de Movistar. Como es posible que una ciudad como Sevilla con la afición que sustenta por el caballo no consiga enganchar a los aficionados con su Hipódromo. Ser del Betis no me da por ser sevillano, pero sí conozco algo (más por viejo) de las particularidades de Pineda, otrora descanso invernal obligado de los caballos en invierno. Ahora el Real Club Pineda sigue con su actividad y suele albergar una o dos jornadas al año del calendario de SELAE, lo que implica la Quíntuple Plus y el consiguiente apoyo económico, en días en los que club y ciudad se vuelcan. Lleno absoluto en las gradas y ambiente de jornada grande. Y es ahí a donde quería llegar. ¿Cómo es posible que nadie, o muy poca gente, de la que llena Pineda baje a Dos Hermanas? Entiendo y comparto lo que me cuentan que es un acto social más que deportivo. Y compro el argumento. Y lo extiendo.

Creo necesario que para conseguir afición es necesario llevar al Turf desde lo social y lo deportivo al mayor número de ciudades y clubes hípicos de España. Carreras como las de Ribadesella, Loredo, Villaseca, Zahara de los Atunes o Valleseco en Gran Canaria tienen que ir acompañadas de eventos sociales durante la semana, de charlas en los colegios, de debates en los medios de comunicación locales divulgando el Turf, de proyecciones de películas. De esta forma conseguiríamos interés, que acompañado por una buena labor divulgativa en los medios (Movitar en privado ya sabemos que el estadio es infinito por que estamos muy lejos o finito porque lo vemos cuatro) conllevaría un aumento de interés por el Turf en todo el territorio español. Me cuentan, por ejemplo, que en ocasiones y muy recientes el Jockey Club Español, entidad que regula las carreras tras la desaparición de la SFCCE que databa 1841, ha puesto alguna traba para organizar reuniones. No hay mayor error. Por favor, aunque haya que buscar alternativas y velando en todo momento por la seguridad es necesario ampliar miras. No quedarse en el corto plazo ni en la comodidad de los grandes hipódromos. De jovencito vi carreras en Guadarrama en la Sierra de Madrid en pleno agosto. Era casi un erial, pero aún se recuerdan.

El Hipódromo, en plan aficionado, parece más una casa del Jubilado de cualquier pueblo de España que lo que antaño vivíamos en La Zarzuela. Las familias acuden, pero no repiten y los prismáticos ya pesan a quién los llevan. Si el Hipódromo de Madrid, que es el que cuenta con el apoyo de Sepi, quiere hacer realidad la Industria del Turf tiene que ir de la mano del Jockey Club Español para sacar el Turf de su letargo del ‘copia y pega’ del programa. Obligarse a mostrarlo en los lugares que ya hay mítines programados, que no son pocos, pero relanzarlos con su ayuda en donde nos los haya y los pueda haber. Es más importante apoyar a los que empiezan. Es sentido común. Nunca es tarde para mostrar algo bueno y el Turf lo es. Y no solo por ser un deporte igualitario, donde compiten hombres y mujeres en el mismo plano. Eso es importante y ya lo destacamos, tanto de un tiempo a esta parte que hasta empalaga y lo hemos reforzado hasta para la Hípica, pero el Turf es mucho más. Y a quién le engancha lo hace para siempre. Si vamos al mismo sitio, nos verán las mismas personas. Y ese es el error. Tenemos que sacarlo de Madrid, pero con lo que hay en La Zarzuela. No mostrar el ‘carro del pescado’. Los mítines tienes que ir acompañados de los mejores jockeys y de buenos caballos. De una infraestructura que permita eso y que seamos capaces de expandir este mundo a quién no lo conoce. Y si no lo permite por la seguridad y programa de los mejores caballos, también es lógico, las personas han de salir de su comodidad. Será por su bien. Mostrar el Turf allá donde no llega habitualmente.

No creo que para ningún negocio sea bueno estar cuatro meses cerrado. No creo que con el actual modelo y calendario, que data de cuando no habían aparecido canas en mi cabeza, aprobado año tras año hayamos mejorado nada en afición, propietarios, apuestas, etc. Mas bien todo lo contrario. Menos Hipódromos, menos caballos, menos jockeys, menos afición. Aunque tengamos que explicar el porqué no se ha hecho antes. Nunca es tarde. Mucho se ha hablado entre los aficionados de sacar la apuesta a la calle. El galimatías legal de juego por comunidades lo hacía imposible. Luego, que si LAE no quería/podía modificar nada. Luego, que si los cuatro aficionados ya jugamos en carreras de todo el mundo en casas cuyo beneficio no revierte en la Industria, pero sí en nuestros bolsillos y ya la presión es menos y parece que diera igual. Bien, esa guerra está perdida. Hasta lo acepto, aunque a regañadientes y con la ilusión de que alguna vez haya alguien que lo consiga. ¡¡Vamos Maritcha que es tu turno!!. Pero si no podemos con la apuesta exterior, vamos entonces con los caballos a la calle. Es lo mejor que tenemos. Pensemos en el Turf.