Las mujeres y las minorías temen el incremento de las violaciones que sufren en lo que se denomina la “Nueva Siria” donde incluso se habla del “ministro de las ejecuciones de mujeres”
Cuando la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y su homólogo francés, Jean-Noël Barrot, llegaron a Damasco para reunirse con Ahmad al-Sharaa, conocido como Abu Mohammed al-Julani, líder de la nueva administración política en Siria y líder del partido islamista Hayat Tahrir al-Sham, los derechos de las mujeres y de las minorías ocupaban el primer lugar de su agenda.
Pero eso ocurrió después de casi un mes en el que Siria había sido testigo de muchas violaciones bajo la nueva autoridad.
Los gobiernos occidentales han comenzado gradualmente a abrir canales de comunicación con Shara y Hayat Tahrir al-Sham, que anteriormente era una rama de al-Qaeda, y han comenzado a discutir si el grupo debería ser eliminado de las listas de grupos terroristas.
Baerbock viajó con Barro a Siria el pasado viernes en representación de la Unión Europea, y los dos invitados se encontraron con su primera situación desagradable cuando uno de sus recepcionistas en el aeropuerto se negó a estrechar la mano de Baerbock, y cuando ella llegó al Palacio del Pueblo para reunirse con Sharaa, él también se negó a estrecharle la mano.
Más allá de la situación del “apretón de manos”
Aunque Baerbock dijo que no esperaba que los nuevos responsables de la administración en Siria le estrecharan la mano, el comportamiento de estos funcionarios no estuvo exento de ideas extremistas respecto del trato con las mujeres.
Baerbock dijo en un comunicado de prensa que su primera impresión fue la de una sociedad dividida. Por un lado, hay esperanza de libertad después de años de guerra civil, tortura y opresión. Por otra parte, a muchos les preocupa que las esperanzas para las mujeres y las minorías religiosas y étnicas puedan verse frustradas.
“Nuestro mensaje a los nuevos líderes en Siria: respetar los principios acordados con los actores regionales y garantizar la protección de todos los civiles y minorías es de suma importancia”, escribió la jefa de política exterior de la UE, Kaya Kallas, en la plataforma de redes sociales X sobre el viaje.
El domingo, el enviado estadounidense Daniel Rubinstein visitó Damasco y se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Sheibani, y le dijo que Estados Unidos está preocupado por los informes de violencia, venganza e intimidación contra las minorías, y que estos ataques deben cesar, según la web estadounidense Axios.
Estas declaraciones muestran la preocupación internacional por las violaciones generalizadas contra las mujeres y las minorías étnicas y religiosas en Siria, cuando ha transcurrido menos de un mes desde la llegada de la nueva administración dirigida por la organización islámica HayatTahrir al-Sham.
Violaciones a las mujeres
A lo largo de cuatro semanas, Siria ha sido testigo de numerosas violaciones a las mujeres y las minorías. En el barrio cristiano de Sulaymaniyah, en la ciudad de Alepo, varios militantes afiliados a Hay’at Tahrir al-Sham deambulaban gritando por altavoces a los residentes: “El hiyab, el hiyab… no se permite la mezcla entre mujeres y hombres”, según un vídeo circulado y publicado por el Centro Nacional para la Documentación de las Violaciones en Siria, con sede en Zúrich.
Esto ocurrió en un momento en que circuló un videoclip en un hospital de la costa siria, en el que un hombre armado pedía a los trabajadores del lugar que se abstuvieran de mezclarse con hombres en los ascensores del hospital.
Cientos de sirios salieron a las calles de la Plaza de los Omeyas en el centro de Damasco el 19 de diciembre, en la primera protesta después de la salida de Bashar al-Assad, gritando consignas que pedían el establecimiento de un Estado civil que incluya a todos los componentes y la participación de las mujeres.
A pesar de los intentos del nuevo gobierno de mostrar señales de apertura, varios funcionarios destacados no pudieron ocultar sus opiniones extremistas hacia las mujeres.
Hace dos semanas, la portavoz oficial de la administración política del departamento de Operaciones Militares en Siria, Obeida Arnaout, dijo que “la naturaleza de las mujeres, su naturaleza biológica y psicológica no son compatibles con todos los trabajos, como el del Ministerio de Defensa, por ejemplo”, refiriéndose a su rechazo a la idea de que las mujeres ocupen ciertos puestos en el gobierno, lo que muchos sirios, tanto hombres como mujeres, consideraban un insulto al papel de las mujeres en la sociedad y un menosprecio de su competencia y capacidad.
Las declaraciones de la directora de la Oficina de Asuntos de la Mujer de la nueva administración siria, Aisha al-Debs, sobre las mujeres provocaron una amplia polémica en las redes sociales en Siria y críticas de la sociedad civil.
La semana pasada, durante una entrevista televisiva, Al-Debs preguntó qué espacio se les daría a las organizaciones de mujeres en Siria en el futuro. Dijo que el trabajo de estas organizaciones debería “apoyar el modelo que estamos construyendo... No abriré el camino a quienes difieren conmigo en pensamiento”.
Ministro de Justicia y el asesinato de mujeres en la calle
La mayor sorpresa fue el nombramiento del líder extremista de Hayat Tahrir al-Sham, Shadi al-Waisi, como ministro de Justicia. En la plataforma X circuló un video que muestra a Al- Waisi participando en la ejecución de una mujer en la calle en 2015 a manos de un pelotón de fusilamiento a sangre fría, después de leerle la sentencia y pedirle a uno de los pistoleros que la ejecutara inmediatamente.
El periódico An-Nahar citó a un sirio en la plataforma X llamado Ahmed, que dijo: “Conceder el puesto de ministro de Justicia en Siria a alguien que participó en la ejecución a sangre fría de una mujer en 2015 es una bofetada a todos los valores de justicia y humanidad y un mensaje impactante tanto para el interior como para el exterior. Este nombramiento no puede ser un mero error administrativo, sino más bien el reflejo de un sistema que adolece de la ausencia de estándares éticos y profesionales”.
El miedo controla a las minorías
Aunque los cristianos sirios celebraron la Navidad con la nueva administración tratando de calmar los temores, la ansiedad aún prevalece entre los cristianos, ya que son testigos de incidentes dispersos de ataques a sus iglesias y manifestaciones religiosas, como la reciente quema de un árbol de Navidad en el área de Al-Suqaylabiyah, en la zona rural occidental de Hama.
Algunos desconocidos también atacaron la Archidiócesis Ortodoxa Griega en la ciudad de Hama, y se publicaron fotografías que documentan estas violaciones.
En Damasco y en varias ciudades sirias se produjeron manifestaciones de musulmanes y cristianos condenando el ataque a los símbolos cristianos.
"Salimos porque hay mucho sectarismo e injusticia contra los cristianos en nombre de acciones individuales", declaró a la AFP George, uno de los manifestantes.
El padre Andrew Bahi expresó su temor a la Agencia Alemana de Noticias (dpa) por la situación en Siria tras la caída del régimen de Bashar al-Assad, diciendo: “Tenemos derecho a tener miedo. Los barrios de las zonas orientales de Damasco han quedado expuestos durante los últimos años .Cayeron cientos de proyectiles y resistimos en nuestras casas, pero ahora la atmósfera sigue siendo confusa y hay un conflicto y una contradicción entre las palabras y las acciones.
El gobierno actual condenó estos crímenes y dijo que eran el resultado de acciones individuales, pero con la proliferación de militantes de Hay’at Tahrir al-Sham (antes Jabhat al-Nusra) en barrios y calles, el gobierno no tomó medidas para frenar estas acciones.
El actual gobierno en el noreste del país también está librando batallas indirectas en nombre de Turquía contra las Fuerzas Democráticas Sirias, integradas por militantes kurdos que ayudaron a eliminar a ISIS, a lo que siguen abusos contra los kurdos sirios en la zona de conflicto.
Baerbock y Barrow pidieron a Sharaa que alcance una solución política con los kurdos, que llevan años estableciendo una autoadministración al este del río Éufrates.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentó 51 asesinatos recientes, algunos de los cuales fueron ejecuciones sobre el terreno, que supone la muerte de 94 civiles, incluidas cuatro mujeres, y tuvieron como objetivo zonas habitadas en gran parte por miembros de la rama alauita.
Los ataques se extendieron para incluir sitios religiosos, en particular el ataque al santuario del jeque Abu Abdullah al-Khusaiby, el fundador de la comunidad alauita, en Alepo, además de la quema del santuario del jeque Muhammad al-Ajami en la aldea de al-Safsafiyah, en la zona rural occidental de Hama.
Estos ataques provocaron una ola de ira entre la población, en medio de demandas de los líderes alauitas para proteger a las minorías en el país.
La nueva administración pretende desarmar a las minorías religiosas y étnicas, pero se enfrenta al rechazo porque no hay garantías de que las armas de los grupos oficiales no se dirijan contra las minorías en una etapa posterior, con el pretexto de establecer la existencia de una autoridad permanente y garantías constitucionales y una estructura clara para el Ejército y las Fuerzas de Seguridad, ya que Hay’at Tahrir al-Sham controla actualmente ambas instituciones.
Por su parte, el Observatorio Sirio realizó un llamamiento urgente a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias y de derechos humanos para que intervengan inmediatamente para detener las graves violaciones cometidas por milicianos del HTS en zonas sirias contra las minorías.
“Conocemos la afiliación ideológica de Hay’at Tahrir al-Sham y lo que ha hecho en el pasado”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores alemana desde Damasco, mientras algunos cuestionan la utilidad de la apertura occidental a los nuevos líderes de Siria.