www.diariocritico.com

Yo, el Supremo

sábado 31 de agosto de 2024, 11:18h

Estoy ya empezando a hartarme. De mi país, de mi partido, de mis colaboradores, y hasta de ciertos componentes del gobierno que yo mismo he nombrado. Les digo que mantengan la boca cerrada durante todo el mes de agosto por el tema del concierto catalán (a mí me gusta más llamarlo "financiación singular"), y no todos han secundado mi clara indicación.

Empezando por Chiqui Montero, que cada día le cuesta más estar callada. Ahora, una vez concluidas mis vacaciones en Lanzarote, y ya que he visto desde mi helicóptero las llegadas de pateras y cayucos a las Canarias, me preparo una visita a 3 de los países africanos que más embarcaciones con inmigrantes irregulares lanzan hacia nuestro archipiélago, y la gente se me vuelve a poner nerviosa.

Que sea Feijóo quién intente afearme la conducta por mi posición de líder internacional incontestable en este y otros temas, puede valer. Al fin y al cabo, es su papel. Pero que hasta en la misma Moncloa mi gira africana cree un incendio por lo que algunos llaman "bandazos sobre inmigración", no es de recibo.

En mi primera escala en Nuakchot, le dije a mi amigo Mohamed Ould Ghazouani que regularizaríamos hasta 250 000 inmigrantes. A Feijóo le faltó tiempo para afearme que eso es un claro efecto llamada y, al mismo tiempo, mi colega el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Sholz, anuncia que aceleraría las deportaciones de inmigrantes irregulares tras el atentado yihadista de Solingen.

Y yo, como sé que no nos bañamos dos veces en el mismo río (como dijo el filósofo griego), cambio rápidamente mi discurso en Banjul y en Dakar, las capitales de Gambia y de Senegal, y pido mano dura en las devoluciones y, de paso, lanzo uno de mis neoconceptos, el de "migración circular", para que el personal se tire unos cuantos días intentando saber qué diablos he querido decir con eso. Ese sí que es un momento chachi para mí… ¡je, je, je…!

Ahora son los míos los que, soto voce, me echan en cara que así no hay diferencia alguna entre mi posición y la de Feijóo, incluso la de Vox. Y yo vuelvo a irritarme porque, después de seis años en los que vengo haciendo pedagogía sobre mis "cambios de posición" (el PP, la ultraderecha y los ciudadanos no comprometidos prefieren llamarlos "mentiras"), me parece que no han aprendido nada de nada. Tratan de imitarme, pero saben que soy único, que soy el Supremo líder. Si no me entienden, no sé por qué no llegan a la conclusión de que algún mecanismo de racionalidad les está fallando, que vuelvan a repensar que mis cambios de posición obedecen a altas razones de estado que ni quiero, ni debo explicar a diario porque la pedagogía tiene un límite, el de los altos intereses de la nación…

Y, como a perro flaco todo se le vuelven pulgas, ahora me traen también a colación ciertas comparaciones odiosas sobre política migratoria con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que a través del plan Mattei, está logrando rebajar ostensiblemente las cifras de inmigración irregular, al bloquear las rutas desde Túnez y Libia hasta la península itálica…

No he tenido más remedio que dar una nueva y sorpresiva vuelta a mi reconocida capacidad táctica y estratégica y, ya en el vuelo de vuelta desde mi gira africana, he decidido que a mis colegas de partido hay que darles constantes lecciones de que aquí mando yo, así es que en plena discusión por el cupo catalán y la política migratoria, voy a adelantar un año el congreso del partido y lo voy a convocar en noviembre próximo, a ver si hay valientes que se atrevan a poner en tela de juicio mi liderazgo. Sí, sí, estoy pensando en García Page, en Lambán o en Barbón. Ya veremos como respiran esos valientes de pacotilla…

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023) LInkedIn: https://www.linkedin.com/in/josé-miguel-vila-8642271a/

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios