www.diariocritico.com

El negro que tenía el alma roja

miércoles 27 de septiembre de 2023, 08:51h

Oliver LawBastante apagados ya los ecos del llamado caso del futbolista Vinicius Junior y lejos de lo que el dúo cómico Gomespuma llamaría el temperaturón, quizá convendría, un poco más en fresco, volver sobre el espinoso asunto del racismo en España, que en su momento llegaron a exacerbar el propio jugador y personajes de la talla internacional de Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el presidente brasileño Lula da Silva o Matthew Miller, portavoz de la Casa Blanca.

En su momento, y tras los lamentabilísimos hechos que se produjeron en mayo pasado y durante el partido Valencia-Real Madrid en el estadio de Mestalla, el jugador merengue emitió un comunicado en su cuenta personal de Instagram en el que venía a decir que España había aceptado: “… exportar al mundo la imagen de un país racista (…) hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas".

País de racistas. Nada menos. Y nada más que lo expresado por el portavoz del gobierno estadounidense días más tarde, probablemente, mientras en televisión se emitían imágenes de un grupo de policías apaleando hasta la muerte a un negro por haberse saltado un semáforo o delito similar. Es lo que pasa cuando se opina en pleno calentón y en ausencia de un mínimo de armazón metodológico.

Pongamos un ejemplo. Juan Díez Nicolás, eminente sociólogo cofundador y expresidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que lleva más de tres décadas estudiando, fría y científicamente, las tendencias y valoraciones de la población española y de más de un centenar de países respecto al racismo y la xenofobia, en su libro Las Dos Caras de la Inmigración, concluye que: “… la población española es más abierta y menos xenófoba que los países de nuestro entorno”, teniendo además en cuenta que: “… la Europa occidental es menos excluyente que la oriental y, a su vez, Europa es el continente más abierto”. Líneas más adelante aclara que: “… esto no quiere decir que en España no haya racismo, por supuesto que lo hay, pero no se puede generalizar y decir que todos los españoles lo son”.

Desde el rigor académico, parece que las cosas no son tan simples como les parecen a tantos, como los mentados al inicio, mentados, al tiempo que, y esto se antoja esencial desde los rigurosos estudios llevados a cabo por Díez Nicolás, el foco se desplaza había factores de exclusión y pobreza, con un “sobretodo” de índole ideológica.

Cartel de la película 'El negro que tenía el alma blanca'Dicho en versos de Ramón de Campoamor y parafraseando libérrimamente el título de la novela El negro que tenía el alma blanca, de Alberto Insúa, de la que se hicieron inolvidables adaptaciones cinematográficas en 1922, 1934 y 1951, “… en este mundo traidor / nada es verdad ni mentira/ todo es según el color / del cristal con que se mira”.

Y como muestra valga el botón de un negro, Oliver Law, que, con el alma roja de ansias de libertad y dignidad para el género humano, alcanzó el grado de comandante en jefe del contingente de los combatientes voluntarios estadounidenses de la Brigada Lincoln, constituida por dos mil ochocientos efectivos entre los que figuraban un centenar de afroamericanos, members of the african diaspora o sencillamente negros para mejor entendernos.

Oliver Law, a la izquierdaAsí que, por primera vez en la historia, un negro, que en su país carecía del derecho al voto y contemplaba casi a diario los linchamientos, el terror atroz y la violencia extrema del Ku Klus Klan, de pronto era el líder consensuado de una tropa de dos mil setecientos blancos que obedecían sus órdenes como un solo hombre. Dicho de otra forma, la España leal, fiel a los postulados republicanos de radicalidad democrática, igualdad, libertad, fraternidad y laicidad, no era, ni de lejos racista.

Y ahora, la historia. Law nació en Texas, aunque después de servir en un batallón afroamericano en la Primera Guerra Mundial, se trasladó a Chicago, donde se ocupó en diversos humildes trabajos y oficios. Durante la Gran Depresión de 1929, se quedó en paro y empezó a tomar conciencia de clase, para finalmente afiliarse al partido comunista, desde cuya organización lideró manifestaciones contra la ocupación italiana de Abisinia, hoy Etiopía.

Tras el Golpe de Estado militar de julio de 1936, firmemente apoyado por la Italia fascista y la Alemania nazi, decidió embarcarse en Nueva York para apoyar con las armas la causa de la legalidad republicana. Su primera acción de combate tuvo lugar en el Madrid asediado, pero cuando las tropas sublevadas cruzaron el río Jarama, el 11 de febrero de 1937, con el objetivo de cortar la carretea de Valencia, única vía por la que llegaban a la capital suministros y víveres, el general José Miaja, ordenó el traslado de tres brigadas internacionales a los cerros y olivares del valle en peligro inminente.

Viñeta del comic La Brigada Lincoln, de Pablo DuráAllí, la brillante y muy brava actuación de Law al frente de una compañía de ametralladoras, le valió el ascenso al grado de comandante y pocas semanas después fue nombrado comandante en jefe de la Brigada Lincoln.

Finalmente, las acometidas de los sublevados fueron frenadas en seco y el frente quedó estabilizado, sin que aquellos consiguieran cerrar la vía valenciana de supervivencia capitalina. Así las cosas, el general republicano Vicente Rojo, desafiando el control franquista del oeste de Madrid, decidió trasladar a la Lincoln al frente de Brunete. Por aquellos días del caluroso verano de 1937, un coronel estadounidense, destacado por su país como observador, se enfrentó a Law preguntándole: “¿No le da vergüenza lucir ese uniforme con galones?”, a lo que el aludido respondió: “Yo era artillero en el ejército norteamericano porque era negro. Aquí, en España, los galones se obtienen por lo que me recemos, no por el color de nuestra piel”.

El comandante en jefe de la brigada Lincoln murió poco después, cuando avanzaba en primera línea de su división para conquistar el cerro del Mosquito en Villaviciosa de Odón. En su libro Comrades: Tales of a Brigadista in the Spanish Civil War, Harry Fisher, sindicalista, pacifista y compañero de armas, relata así los hechos: “A unos diez metros delante de mí, el comandante Law seguía de pie gritando: ¡Vamos a echarles de la colina! ¡Adelante! Pero carecía de protección y estaba completamente expuesto al fuego. Las balas parecían tenerle como único objetivo. John le gritó: ¡Al suelo, al suelo! Demasiado tarde. Fue alcanzado en el estómago y se desplomó. Su enlace, Jerry Weinberg, le ayudó a retirarse: Law se arrastraba mientras Jerry tiraba de él. Cuando pasó a nuestro lado dijo: “No es grave. En pocos días estaré de vuelta”. En menos de una hora había muerto. Lo enterraron a corta distancia, detrás de nuestras líneas; en la inscripción, hecha con una sencilla tabla de madera, se podía leer: “Aquí yace Oliver Law, el primer americano negro que mandó en combate a americanos blancos”. Justo entonces oímos que teníamos que retirarnos a nuestra posición de partida.”

De manera que, para resumir, España es segregacionista o antirracista según cómo, cuando y en la mente de quien.

Miguel Ángel Almodóvar

Sociólogo y comunicador. Investigador en el CSIC y el CIEMAT. Autor de 21 libros de historia, nutrición y gastronomía. Profesor de sociología en el Grado de Criminología.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios