Un diálogo sobre el polémico independentismo, disfrazado de soberanismo, en Cataluña que piden casi todos los partidos y agentes sociales pero que sigue siendo inexistente por ambas partes. Una de ellas, la encabezada por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, insiste en que aguarda esa cita que Rajoy siempre promete al referirse a este asunto pero a la que nunca pone fecha. Es más, Puigdemont precisa que no le pide hablar de la famosa y también polémica consulta, sino "de Cataluña y España".
Dos no hablan si no sde citan. Bajo esa premisa, el 'president' Carles Puigdemont deja clara su confianza en poder entrevistarse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, porque, según señala en una entrevista publicada en La Vanguardia, "sería insólito que después de tanta apelación al diálogo no hubiera voluntad de vernos". "Nos merecíamos que la operación diálogo no fuera sólo un anuncio. Que se hubiera concretado en los 45 puntos que le entregué al presidente Rajoy. Y ni siquiera en eso se ha avanzado", afirma. Además, Puigdemont acepta que Rajoy también es "el presidente de los catalanes que votan independencia", y por tanto tiene el deber de interlocutar, le guste o no: "No pido a Mariano Rajoy hablar del referéndum, sino hablar de Cataluña y España".
Aunque el presidente catalán insiste en que el referéndum soberanista se celebrará, aunque sea con la oposición del Gobierno central. Puigdemont asegura que "la consulta no asusta en Europa" y hay casi unanimidad en que el conflicto entre Cataluña y España se resuelve votando. "La resolución del contencioso entre Cataluña y España refuerza la estabilidad y el papel de España dentro de Europa. Y el recurso a la amenaza y al uso de la fuerza, al precinto de colegios, no refuerza a España", señala.
En su opinión, la celebración de un referéndum que cuente sólo con la aprobación del Parlamento de Cataluña "es perfectamente válido" si los ciudadanos acuden mayoritariamente a las urnas. Puigdemont anuncia que acudirá a la concentración convocada por las entidades soberanistas ante las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para mostrar su apoyo al expresidente Artur Mas y las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau, encausados por la celebración de la consulta del 9-N de 2014.
Éntiende que no se trata de una manifestación en contra del tribunal ni en contra de la justicia, porque ellos no pueden dejar de hacer su papel. Y remata: "Es una queja contra la judicialización de la política. Es una manifestación contra los políticos de Madrid que han impulsado esta judicialización, que es perjudicial".
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