www.diariocritico.com
Todas las mentiras del independentismo catalán, al descubierto
Ampliar
(Foto: EP)

Todas las mentiras del independentismo catalán, al descubierto

martes 10 de octubre de 2017, 11:14h

Reciba gratis en su móvil
noticias como ésta
a través de WhatsApp


Durante estos últimos años, sobre todo los últimos meses, se han estado denunciando todas las falacias sobre las que el Govern independentista catalán ha ido edificando su 'procés' para lograr una secesión por la fuerza, fuera del Estado de derecho y de la Constitución. Y aunque han sido denunciadas, por fin han quedado al descubierto gracias a la filtración de los documentos incautados por la Guardia Civil y por orden judicial a los dirigentes nacionalistas el pasado mes de septiembre.

Éstas son algunas de sus muchas mentiras:

La mayoría social quiere la independencia: una de las grandes falacias y que se basan en las lecturas interesadas de los resultados demográficos. Cataluña tiene una población superior a los 7 millones, y es estima que la masa total de ciudadanos que quieren un Estado propio son pocos más de 2 millones. Durante décadas y décadas, sectores catalanistas anclados en la nobleza y la burguesía catalanas han querido un estatus privilegiado en España y se sentían menos poderosos que Madrid, por eso se empujó a la ciudadanía a apoyar una causa soberanista construida sobre mentiras y tergiversaciones de la realidad económica y social de Cataluña. Incluso los barómetros del CEO (Centre d'Estudis d'Opinió), oficial de la Generalitat, muestran cómo la mayoría de los catalanes quieren permanecer como región dentro del Estado español, algo que se acalla y se omite deliberadamente. Además, los catalanes dieron un apoyo masivo y abrumador a la Constitución de 1978, aceptando las normas de convivencia sobre las que nos regimos.

Cataluña seguirá en la Unión Europea: quizás la falacia más sonada y más torticera. La UE ya ha reiterado en varias ocasiones que un nuevo Estado catalán, proclamado de manera unilateral por su Govern, quedaría automáticamente fuera de la Unión. Es lo que recoge el ordenamiento jurídico sobre el que se construyó la UE, precisamente para evitar movimientos sececionistas sufridos por los Estados miembros. Las reiteradas llamadas de Bruselas por no recurrir a una vía unilateral han sido desoídas de manera interesada por la Generalitat y minimizadas a la población catalana, prometiéndola que seguirían siendo miembros de la UE con todos sus privilegios intactos ya que serían también ciudadanos españoles. Al tener doble nacionalidad, española y catalana, podrían recurrir a la UE para ser ciudadanos de la Unión. Una cosa son los ciudadanos, en casos individuales, y otra es la región independizada, Cataluña.

Los bancos y las empresas nunca se irán de Cataluña: se aseguró esta teoría, ya superada por la realidad, y se agumentaba bajo la creencia de que el dinero no entendía de política y pensarían en lo práctico, que es hacer negocio allá donde estaban asentadas. Gran mentira: más de una decena de grandes compañías han trasladado esta semana su sede social para buscar seguridad jurídica y estabilidad económica. Artur Mas, ex president, fue uno de los que aseguró a los 4 vientos que esto nunca sucedería. Banco Sabadell y Caixabank fueron los pioneros.

El referéndum tendrá todas las garantías: no se buscaron observadores internacionales independientes ni de prestigio, sino partidistas. Los resultados, según todas las fuentes jurídicas e incluso las que han participado en el proceso de consulta ilegal, no tienen ninguna validez legal. Se rellenaron urnas, se manipularon otras, se votaron más de una vez y se contaminaron los votos. Además, apenas ha votado el 40% de un discutible censo electoral que la Generalitat se sacó de la manga.

España nos roba: la gran falacia económica y social sobre la que durante años se basaron los políticos nacionalistas para cargar contra el Estado las responsabilidades de un deseo progresivo de la ciudadanía catalana por tener una nación propia. Cataluña no es la comunidad autónoma que más aporta al Estado y también recibe mucho de él para su economía. Además, sus cuentas están cerca de la bancarrota por responsabilidades propias y recibe desde hace años dinero público del Estado a través del FLA, el Fondo de Liquidez Autonómico. La frase era tan ridícula que en la última fase del 'procés' se ha dado por descartada incluso por los quienes hicieron suyo este lema. La Generalitat aseguraba que cada año dejaba de poder utilizar 16.000 millones de euros, cantidad que aportaba al Estado, y que le impedía seguir creciendo y dar bienestar a sus ciudadanos. Es una cita incompleta de las complejas cuentas, que se resumen en que Cataluña tiene, de hecho, superávit fiscal.

Hubo represión policial y agresiones salvajes a ciudadanos durante el 1-O: seguramente hubo actuaciones desmedidas por parte de algunos agentes de Policía y Guardia Civil, pero la Generalitat aprovechó la situación para generar caos y violencia llamando a colocar escudos humanos en los colegios y centros de votación durante el referéndum del 1 de octubre. Como señalan los documentos incautados al mano derecha del vicepresidente Oriol Junqueras, todo formaba parte de un plan para agitar las calles y que la comunidad internacional se quedara con la imagen de la violencia sobre los votantes. De casi mil agresiones hechas públicas por la Generalitat, apenas se acercó al centenar el número de heridos reales. Muchos casos fueron exagerados o inventados, además de incluir la violencia psicológica como agresión policial.

Cataluña será independiente por su pasado como nación propia: ésta es una de las mayores falacias empleadas por los nacionalistas desde hace más de un siglo. Cataluña nunca fue ni un reino ni una nación independiente que fuera absorbida o controlada por una España opresora o conquistadora. El Reino de Aragón, el Condado de Barcelona y otras realidades históricas suelen ser manipuladas y tergiversadas para llevarlas al terreno catalanista y esgrimir así una realidad nacional falseada. Lo mismo sobre la habitual versión de lo sucedido en 1714 en el Sitio de Barcelona por las fuerzas borbónicas: se trató de un levantamiento señorial en la ciudad por apoyar a otra dinastía monárquica, no porque hubiera una realidad nacional catalana.

Hay otros casos internacionales que avalan la independencia: se suelen citar los casos de Escocia, Kosovo, Québec... Todos ellos poco tienen que ver con el caso catalán. Escocia es un reino histórico tradicionalmente oprimido y controlado por la hegemonía inglesa en el entorno político de las Islas Británicas. Kosovo se independizó como respuesta a las represiones del Estado serbio, de dudosa calidad democrática y desarrollo de los Derechos Humanos, además del contexto casi bélico en el que se encontaba la región. Québec sigue siendo parte de Canadá y hay muchas falsedades y leyendas sobre el referéndum que tuvo esta región. Por otra parte, Canadá resolvió el conflicto de esta provincia dándole el estatus de 'nación' dentro del Estado, algo que España ofrece a Catauña en la propia Constitución de 1978 y que ha ido dotando de mayores competencias para su autonomía a lo largo de estas décadas, como la transferencia de la Sanidad y la Educación. El último modelo citado es el de Eslovenia, otro ejemplo desacertado ya que generó un conflicto militar, no una concesión democrática...

Cataluña está ahogada por España y no goza de autonomía suficiente: la mayor falacia actual puesto que el Estado español, basado en las comunidades autónomas, es quizás el país que más ofrece competencias y libertades a sus regiones para su funcionamiento y desarrollo. Las comunidades tienen más competencias que los Lander alemanes o incluso en algunos puntos, tienen más capacidad de hacer política propia que los estados de Estados Unidos. Como antes decíamos, Cataluña tiene transferidas las competencias en materia sanitaria y educación, pero se exige más: independencia fiscal, que es la verdadera clave de toda lucha independentista. Se quiere llegar a una Hacienda catalana, con la que Cataluña no rendiría cuentas ante España, no tendría que aportar dinero al Estado y se autogestionaría sus impuestos.

El independentismo está apoyado por la mayoría absoluta del pueblo catalán: Junts Pel sí logró unos resultados muy positivos para su causa en las últimas eleccciones autonómicas en 2015. Pero no obtuvo la mayoría absoluta que perseguía y tuvo que recurrir a la CUP, un partido antisistema al que siempre habían ninguneado desde CiU y ERC, para investir presidente a un hombre de consenso, ya que la CUP no quería a Artur Mas, señalado por la corrupción. Incluso sumando los votos de la CUP, este bloque secesionista no tenía más del 50% de los votos de los catalanes, pero las normas que se aplican para asignar escaños permitió que se gozara de una mayoría absoluta por los pelos, capaz de pasar el rodillo sobre la mayoría del pueblo, representada por el resto de partidos de la oposición.

Hay que escapar del corrupto Estado español: otra mentira más, esta vez basada en dar voz a casos de fuera pero no a los internos. Dicho de otra manera, se vio la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio, ya que Cataluña lleva años acuciada por los terribles casos de corrupción política. La antigua Convergència tuvo que cambiar de nombre y pasar a ser el Partit Demòcrata Europeo de Cataluña (PDeCAT) para huir del pasado. Aún se procesan varios casos en los juzgados que salpican a altos cargos de los anteriores gobiernos autonómicos catalanes. El famoso 3% no es otra cosa que una gran red de cobro de comisiones por obras y concesiones públicas que durante décadas se cobraron desde la Generalitat para financiar a los partidos nacionalistas como era Convergència. Otro caso muy sonado es el llamado 'caso Palau', donde hubo un enorme desfalco de las cuentas públicas con la excusa del Palau o Palacio de la Música Catalana, situado en Barcelona. El propio president Puigdemont se encuentra investigado por presunta corrupción durante su etapa como alcalde de Girona.

Cataluña no recibe infraestructuras del Estado y sus autopistas son de pago: esta mentira es curiosa. Cataluña tiene más y mejores autopistas que el resto de autonomías, y las tiene de pago por la forma en que hubo que cumplir las exigencias económicas de la Generalitat durante décadas y poder financiarlas. Incluso desde que comenzaran los gobiernos de Mariano Rajoy en 2011, Cataluña es la segunda región más beneficiada por obra pública, sólo por detrás de Andalucía, que es una comunidad más grande y con más población. El 20% de los kilómetros de autopistas en España están en las provincias catalanas. Esa cifra lo dice todo...

Lista actualizada de las empresas catalanas que se marchan

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
5 comentarios