Incréible pero cierto. El presidente de EEUU ha traspasado de nuevo todos los límites tras llamar "hijos de puta" a los jugadores de rugby por protestar contra el racismo ofendiendo el himno y la bandera. Además, deseó que acabaran en prisión los responsables de la liga profesional de ese deporte, el fútbol americano, llamada NFL.
Varios jugadores, en distintos partidos, hincaron la rodilla en señal de protesta por episodios de violencia racista. Un jugador africano comenzó la protesta diciendo que rendiría homenaje a la bandera norteamericana cuando de verdad ésta fuera digna de los valores de igualdad entre ciudadanos de cualquier raza y color. Le siguieron otros jugadores afroamericanos y Trump estalló contra ellos calificándole con uno de los peores insultos posible, "hijos de puta", perdiendo las formas.
Trump ha pedido a los dueños de los equipos de la NFL que despidan de inmediato a esos jugadores y no descarta otras medidas legales contra ellos: "¿Nos os gustaría que los dueños de los equipos de fútbol, cuando alguien falta el respeto a nuestra bandera, dijeran: ¡Saca a ese hijo de puta del campo! ¡Fuera! ¡Estás despedido! ¡Despedido!", dijo en un discurso en Alabama.
LeBron James, estrella negra de la NBA, ha dicho que se negará a acudir a la Casa Blanca, como era esperado por ganar la liga la temporad pasada, mientras Trump no retire sus palabras. El presidente ya le ha contestado que le retira la invitación, rompiendo lazos con casi toda la comunidad negra del país.
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