En la rueda de prensa que siguió a su entrevista con Zapatero en La Moncloa, Revilla comentó que había tratado este asunto con el presidente del Gobierno y se extendió, con todo lujo de detalles, en su explicación a los informadores sobre lo acontencido en el cónclave autonómico, que tuvo lugar el pasado día 11 en el Senado.
"No sé quién grabó la conversación, pero sí sé quién lo contó, quién salió a contarlo", expuso Revilla, que indicó que cuando Zapatero cometió "el lapsus", ya se dio cuenta "de que se iba a utilizar", viendo "las miradas que se cruzaron los del PP como diciendo 'aquí hay carne'".
Revilla dijo que nada más terminar el presidente del Gobierno su intervención inicial, cuando sólo habían pasado quince minutos de reunión y con lo cual "los problemas de baño eran demasiado rápidos para salir", el presidente de la Rioja abandonó la sala y "tardó en volver 20 minutos".
A la hora, según relató, el mismo tuvo que salir del salón donde se celebró la Conferencia por sus "problemas de riñón" y ya fue preguntado por los periodistas por las palabras de Zapatero. "Si nadie había salido de allí más que el de La Rioja, ¿quién lo contó? --se preguntó con humor--. Blanco, en la botella y lo dan las vacas, en este caso vino, porque es de La Rioja".
Recalcó que no sabía "quién lo grabó" y, en referencia a los móviles, explicó, también con humor, que su "cacharro" no graba pero que en la mesa vio unos "aparatos" que no los hay "ni en las tiendas". En cualquier caso, estimó "lamentable" que alguien grabe "una reunión privada". "No sé si para dimitir --señaló en referencia a las afirmaciones del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra--, pero sí para no fiarse de él jamás, porque en otras circunstancias, no sé". A su juicio, este detalle es "horroroso" y da una "imagen penosa".