Así lo anunció en su comparecencia ante los medios de comunicación el propio Touriño tras una entrevista de casi dos horas con el mandatario estatal, en la que dijo haber recabado también la "confianza cierta" de que, "en un horizonte razonable, en torno a 2013", la red de ciudades gallegas estará conectada con Madrid en un tiempo no superior a tres horas.
El mandatario autonómico aseguró que los compromisos que logró de Zapatero establecen un lustro para la puesta en marcha de los proyectos pendientes y, por ello, reivindicó que Galicia puede tener "confianza en su futuro inmediato". "Discutimos año arriba o año abajo, me importan como al que más, pero lo que sabemos ahora es que tendremos las infraestructuras que demandamos", aseveró.
En este sentido, proclamó que tras su segunda visita a La Moncla puede "confirmar categóricamente" que Vigo contará con "conexión directa" con Madrid, a partir de su inclusión en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) donde aparece, "ahora sí, con características de alta velocidad".
Actuación estratégica
Según Touriño, el Gobierno central "comparte que se trata de una actuación estratégica" y, por ello, confirmó que, además de la exposición pública a la que se someterá el estudio informativo el próximo verano, a finales de este mismo año se iniciará la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la variante de Cerdedo, con el objetivo de poder iniciar las obras en 2009 y rematarlas en un plazo de "cinco o seis años".
Por ello, reivindicó que esta obra "cierra hoy capítulo con el compromiso del Gobierno y los calendarios concretos con sus itinerarios correspondientes", que contarán con una inversión que no bajará de los 800 millones, que podría variar en función de la definición del proyecto constructivo que se empezará a elaborar en 2008.
De igual modo, proclamó que, "ahora sí, hay alta velocidad" para Vigo, puesto que, según él, la conexión prevista por la Administración del PP "era como el tren de Andrés Dobarro: 'pola beira do Miño'", en referencia a la canción del cantautor gallego. "Ahora hay 800 millones que garantizan un tramo de alta velocidad y los plazos establecidos", aseveró.
Otras obras
Además, Touriño valoró que el horizonte de conclusión de unos cinco años también se dará en el caso de otras actuaciones pendientes, como la conexión de la capital gallega con Madrid, ya que, "dado que la incertidumbre del AVE al sur está despejada, lo demás sigue comprometido".
De esta forma, confirmó que la red de ciudades tiene asegurado en "cinco o seis años" la unión con la Meseta en un tiempo no superior a tres horas, lo que confiere a Galicia un "horizonte de una buena red de infraestructuras". "Que a todos nos gustarían antes, pero es lo que tenemos", aseveró, tras lo que ironizó con que "todas las cosas deberían estar hechas desde los romanos".
Así, el mandatario autonómico reivindicó el "fuerte impulso al desarrollo de las infraestructuras" de la comunidad que detectó en Zapatero, a quien agradeció la inversión destinada a Galicia en los tres presupuestos redactados por el PSOE, con cantidades "muy por encima del peso poblacional y de PIB" que la comunidad representa en el conjunto del Estado.
Inversión del Estado
Por su parte, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, coincidió en la "prioridad" que el Ejecutivo concedió a Galicia, a la que garantizó que, "con este compromiso político, tendrá las infraestructuras necesarias para homologarse con una sociedad moderna, conectada como exige la ciudadanía".
Al respecto, reconoció el "déficit histórico" que padece la comunidad, pero incidió en que, a partir de las medidas promovidas por el Gabinete socialista, "este déficit ha comenzado definitivamente a resolverse". En este sentido, confirmó el mantenimiento de los compromisos económicos en torno al AVE y recordó datos como el que revela que la dotación media para el Eje Atlántico supera en un 70 por ciento la de la Legislatura pasada.
Asimismo, destacó que el actual Gobierno "casi" multiplicó por tres el ritmo inversor anual del anterior, puesto que pasó del 5 por ciento a un incremento del 13,5 por ciento que, según él, responde a las "convicciones" del presidente en cuanto a la necesidad de cohesión de los territorios que "más necesitan en términos de déficits históricos".
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