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Por decisión de María Teresa Fernández de la Vega

España se queda sin su primer presidente del Tribunal de 1ª Instancia de la UE

España se queda sin su primer presidente del Tribunal de 1ª Instancia de la UE

· Cesado Rafael García-Valdecasas, que iba a ser elegido en septiembre para el cargo
· Sustituido al juez español del Tribunal de Estrasburgo por el ex secretario de Justicia

jueves 10 de mayo de 2007, 14:10h
Una decisión personal de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, va a dejar a España sin el que hubiera sido el primer presidente español del Tribunal de Primera Instancia de la Comunidades Europeas, Rafael García-Valdecasas (en la foto), un magistrado con 18 años de antigüedad en esta alta institución de Justicia de la UE con sede en Luxemburgo. Asimismo, el que desde hace cuatro años ha venido trabajando como magistrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, Francisco Javier Borrego, va a ser cesado y sustituido por el ex secretario de Estado de Justicia, Luís López Guerra. Esta segunda y no menos polémica decisión gubernamental refuerza los argumentos de quienes hablan abiertamente de una verdadera ‘purga política’ en las instituciones de Justicia europeas.

Una decisión personal de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, va a dejar a España sin el que hubiera sido el primer presidente español del Tribunal de Primera Instancia de la Comunidades Europeas, Rafael García-Valdecasas, un magistrado con 18 años de antigüedad en esta alta institución de Justicia de la UE con sede en Luxemburgo. Le sustituirá Santiago Soldevilla, juez de la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso Administrativo sin experiencia conocida en Derecho comunitario, “pero con un perfil político”, según fuentes consultadas por este diario.

Asimismo, el que desde hace cuatro años ha venido trabajando como magistrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, Francisco Javier Borrego, va a ser cesado y sustituido por el ex secretario de Estado de Justicia, Luís López Guerra. Esta segunda y no menos polémica decisión gubernamental fue recurrida el pasado mes de abril por la Asociación Preeminencia del Derecho ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. Se basaba en “la falta de una convocatoria pública para todo cargo público sujeto a los principios de mérito y capacidad como son las altas funciones judiciales en una instancia internacional de derechos humanos” y en que López Guerra no reunía “el requisito de independencia reforzada que necesita el cargo de juez europeo, pues se trata de un político que acaba de cesar como secretario de Estado de Justicia, que antes fue diputado de la Asamblea de Madrid en las listas del PSOE, y en total lleva más de 20 años ejerciendo cargos de designación política”.

“Decisión insólita”

El ‘veto’ del Gobierno a Rafael García-Valdecasas para el cargo de presidente del Tribunal de Primera Instancia de la Comunidades Europeas ha dejado “estupefactos” (sic) a muchos de sus miembros, según han asegurado a este diario fuentes solventes. García-Valdecasas goza de un gran prestigio internacional y la experiencia adquirida a lo largo de casi dos décadas.

Es, nos dicen, "una decisión insólita"; la primera vez que un Gobierno de la UE no confirma a un juez de su nacionalidad que quiere ser renovado, y García-Valdecasas no sólo pretendía continuar, sino que aspiraba a la presidencia del alto Tribunal y contaba con el apoyo casi unánime del resto de sus magistrados. De hecho, en la anterior elección a presidente también se presentó y obtuvo diez votos, sólo dos menos que el juez que resultó elegido y que ahora ha presentado su dimisión a partir del próximo mes de septiembre. El propio Rafael García-Valdecasas ha confesado a este periódico su sorpresa por el relevo, pero no ha querido entrar a valorar esta decisión política.

El único precedente parecido, en el que un juez de un país comunitario quiere continuar pero no es renovado es el del griego Christos Yeraris. El Gobierno de Atenas no le dejó continuar porque padecía problemas psicológicos y el propio Tribunal recomendó su relevo al Ejecutivo heleno.

En medios europeos se quejan de que el relevo de García-Valdecasas “ha dejado a Europa sin uno de sus mejores juristas”. El cese ha sido propiciado personalmente por María Teresa Fernández de la Vega, incluso frente al criterio del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos –que le apoyaba–, y la sorpresa del titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que nada pudo hacer contra esta decisión –nos cuentan–, pues ya se la encontró como un hecho consumado cuando fue nombrado ministro, el pasado mes de febrero. Fuentes ministeriales nos aseguran que una vez que García-Valdecasas sea cesado el ministro Fernández Bermejo le ofrecerá un cargo.

Defensa de los intereses de España

Tanto Rafael García-Valdecasas como Francisco Javier Borrego son abogados del Estado y sus respectivos sustitutos no lo son. En fuentes jurídicas comentan a este diario que “tradicionalmente, en el mundo de la judicatura existe la queja de que las plazas de las instituciones europeas de Justicia sean ocupadas por abogados del Estado de carrera, pero es lo más lógico: los destinatarios de la Justicia europea son los estados, y no los ciudadanos. Y nadie mejor que estos abogados, altos funcionarios del Estado, para defender los intereses nacionales. Máximo si tenemos en cuenta que estamos en fase de ampliación de la Unión Europea; que en poco tiempo hemos pasado de 15 estados a 27 y que pronto aumentaremos nuevamente el número de socios comunitarios”.
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