Fomento alerta de que la sentencia sobre el ruido obligaría al cierre de Barajas

La reducción de los vuelos al la mitad supondría destruir 30.000 puestos de trabajo y dejar de ingresar unos 1.100 millones de euros en la Comunidad de Madrid, que tiene en el aeropuerto de Madrid-Barajas una de sus principales industrias. Barajas aporta a la región madrileña aproximadamente un 11% del PIB y representa un 8,9% del empleo, con cerca de 125.000 empleos. A medio y largo plazo, el cierre de la infraestructura supondría unas pérdidas cercanas a los 3.000 millones de euros.

   "El Gobierno es muy consciente del problema y de los derechos de los vecinos de Santo Domingo, pero son 200 ó 300 familias, frente a un problema que puede afectar a cerca medio millón de madrileños. Hay que buscar un equilibrio que no perjudique a nadie y un acuerdo entre todos o se acabará cerrando Barajas", advirtieron, para recordar que la ampliación de la T4 costó 6.000 millones de euros.

   Las mismas fuentes explicaron que si se recorta en un 50% los sobrevuelos sobre la zona la configuración sur quedaría "inutilizada" y esto generaría un grave problema para los vuelos transoceánicos, fundamentalmente los que conectan con Latinoamérica, "una de las claves" de la fusión Iberia-British.

   Por otro lado, si la configuración norte, con un 35% de las operaciones diarias, asume ese nivel de actividad, se trasladaría el mismo problema y la afección acústica a otra zona. La configuración norte o sur viene determinada por las condiciones meteorológicas y establece el uso de la pista derecha (18R), la más próxima a Santo Domingo, o de la pista izquierda (18L) en función de la variante del viento, "algo que no puede determinar un juez", puntualizaron.

390 aviones al día sobre Santo Domingo

   Actualmente, el 65% de las operaciones al día en Madrid-Barajas se realizan en configuración sur, esto supone que unos 390 aviones sobrevuelan diariamente dicha urbanización. AENA se ha comprometido a reducir este volumen en un 15% (unos 100) hasta 2012, independientemente de la sentencia del TSJM.

   Con el objetivo de compatibilizar el derecho de los vecinos y el de los usuarios el Ejecutivo aprobó el viernes un proyecto de ley que modifica la Ley de Navegación Aérea y obliga a AENA a ampliar la huella sonora de Barajas, para incluir a Santo Domingo. De esta forma se crea un "marco jurídico" que fija un plazo de seis meses para adecuar las servidumbres acústicas en los aeropuertos de 250.000 operaciones al año --Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat-- e insta al ente público a poner las medidas protectoras necesarias para minimizar el ruido, pero sin reducir los vuelos como obliga el auto del TSJM.

   El proyecto, que será remitido al Congreso para buscar un consenso con el resto de las fuerzas políticas, garantiza la protección de los derechos de los ciudadanos que viven en el entorno de las infraestructuras aeroportuarias y regula la aplicación de medidas como la insonorización de viviendas o urbanizaciones de las zonas afectadas por los sobrevuelos donde el nivel de ruido no sea compatible con la calidad acústica establecida por la normativa vigente, insisten desde Fomento.