Huelga en el fútbol: tarjeta roja a la Liga Profesional

El excesivamente mediático y nada lógico mundo del fútbol español puede hacer historia. No porque vayamos a ganar la ‘Champìons’ –que podría ser con Barça y Madrid-, no porque vayamos a apuntarnos la Copa de la UEFA ahora rebautizada como Liga Europea –que podría ser-, no porque ‘la roja’ vaya a agrandar su título europeo con el Mundial –del que es una de las favoritas-… ¡quia! Nuestro deporte rey quizás sea el primero que monta una huelga ¡de la patronal! O sea, una huelga de los empresarios que son los clubes, en vez de los supuestos trabajadores –muchos de ellos supermillonarios, otra paradoja- que son los futbolistas.

Todo a cuenta de la decisión política del PSOE/Gobierno, apoyada por los grupos a su izquierda, de subir del 24 al 43 el porcentaje que deben pagar precisamente esos supermillonarios extranjeros galácticos –realmente quien lo ingresa son los propios clubes/empresas- cuyos ingresos anuales superen los 600.000 euros. Por cierto, una medida no sólo lógica y moral, sino equilibradora con lo que sucede en el resto de Europa, con la que nos homologaríamos y que evitaría la actual y posiblemente inconstitucional discriminación con los jugadores españoles. Si el asunto no debería tener discusión en cualquier momento, menos ahora con la crisis económica y con millones de familias afectadas por el paro e incluso algunas de ellas con todos sus miembros desempleados.

Y si los clubes/empresarios –asociados en su patronal que es la Liga de Fútbol (LFP)- se ven afectados, ellos mismos tienen la culpa. Por haber cedido a pagarles a sus divos –pobrecitos ellos, que 'sólo’ ganan varios millones de euros, con los que se aseguran la vida suya y de varias generaciones de sus descendientes, y, claro, no pueden ser solidarios con el país y los habitantes en que viven, muchos de los cuales son seguidores y admiradores de estos divos y de los clubes que les pagan. Conviene no olvidar que esta Ley, conocida como ‘Beckham’, porque coincidió con la llegada del inglés al Real Madrid, se creó no para facilitar la entrada de megaestrellas futboleras, sino para atraer científicos, de los que tan necesitados estaba –y está- España. Luego, los clubes grandes y los no tan grandes se aprovecharon de ella, sabiendo que se podía cambiar para igualarse con Europa. De modo que sus quejas ahora y su amenaza de huelga, demagógicamente apoyada por un sector de la prensa deportiva, son impresentables, bochornosas y otros calificativos de mayor calado.

Máxime cuando, si finalmente llega a aprobarse esta normativa 'antiiBeckham' dentro de la negociación presupuestaria, no tendría efectos retroactivos, por lo que nada cambia para Cristiano Ronaldo, Kaká, Ibrahimovic Messi, Alves, entre otros, a los que podremos seguir admirando en lo futbolístico, porque en lo ético… Y si a partir de ahora dejan de venir los pocos que faltan, pues será porque los actuales promotores de la huelga no se sabe negociar con ellos, puesto que en los países donde ahora militan cotizan –o sus clubes- lo que cotizarían aquí. Cuando se deshace una injusticia discriminatoria, cuando debe pagar más el que más gana -sea quien sea el que desembolsa-, no hay que ponerle zancadillas como la que ahora la LFP hace con su amenaza. Tarjeta roja para ella. Y amarilla para los que desinforman, apoyan y asustan desde algunos medios de comunicación.