Un concierto en la playa de Ipanema conmemora el cincuentenario de la Bossa Nova

El espectáculo, en el que se intercalaron trece artistas de la vieja guardia de la Bossa Nova con cantantes que mantienen las raíces de este ritmo musical brasileño, también sirvió para conmemorar los 443 años de fundación de la ciudad de Río de Janeiro.

El concierto gratuito reunió en las arenas de Ipanema a cientos de cariocas admiradores del ritmo que mezcló la música popular brasileña y la samba con el jazz.

Los especialistas consideran como el marco del nacimiento de la Bossa Nova el lanzamiento, en 1958, del disco "Cançao do Amor Demais", en que la cantante Elizeth Cardoso, acompañada por el guitarrista Joao Gilberto, interpretó músicas compuestas por el pianista Tom Jobim y el poeta y diplomático Vinicius de Moraes.

Tanto los fallecidos Jobim y de Moraes, autores en asociación de varias de las músicas más famosas de la Bossa Nova, como Joao Gilberto, que aún se presenta esporádicamente y principalmente en el exterior, son los tres grandes nombres del ritmo musical que se convirtió en la imagen internacional de Brasil por muchos años.

Ipanema fue escogida especialmente para el concierto de este sábado debido a que el barrio era el local de reunión de varios de los músicos del nuevo ritmo y la cuna de la entonces adolescente Helo Pinheiro, la "garota" que inspiró la considerada música más famosa de Brasil en todo el mundo.

En el espectáculo de hoy participaron desde históricos de la Bossa Nova como Joao Donato, Carlos Lyra, Roberto Menescal y Wanda Sá hasta artistas de nuevas generaciones como las cantantes María Rita y Fernanda Takai, que bebieron en la fuente del ritmo cincuentenario.

María Rita es precisamente la hija de la fallecida cantante Ellis Regina, una de las voces más famosas de la Bossa Nova.

Takai es una joven cantante de una banda de rock que recientemente, en una proyecto independiente, lanzó un disco con músicas de Nara Leao.

El concierto incluyó las músicas más emblemáticas de la Bossa Nova, el ritmo que fue declarado patrimonio cultural de Río de Janeiro el año pasado, como "Chega de Saudade", "Aguas de Marzo", "Manha de Carnaval" y "Se todos fossem iguais a voce".

El género, que revolucionó la música brasileña, se expandió rápidamente por todo el mundo en la década de los años sesenta y actualmente tiene practicantes en países como Japón y Canadá.