Tercera semana de Feria: seguimos soñando en Morante

Es difícil en esta tercera semana de feria hablar de otra cosa que no empiece con M de magia, de música, de maestría, de Morante de la Puebla. Porque dio un verdadero recital de toreo, del bueno, del eterno. Con el capote verónicas de pata palante en el primer tercio y quites, medias arrebujadas y unos preciosos galleos llevaban al toro al caballo.

No tuvo el toro gas, qué pena, para acabar de pintar la obra que Morante había soñado en este Madrid tan suyo pero él estaba totalmente decidido y lo exprimió en tandas de redondos de barbilla clavada al pecho. Y cruzado, con la verdad por delante. La gente loca, el trueno, el llanto, todos somos de Morante, volveremos otros veinte años a la dura piedra bajo el tórrido sol esperando encontrar  de nuevo lo que ya se ha quedado tatuado en la memoria.

Hasta con el noble Juampedro es difícil hacer lo que hizo Morante con el capote.¿Qué hubiera pasado si a este torero le sale un toro como el sexto de la corrida de Escolar? Reflexionemos porque hoy Morante está preparado y decidido para torear ese toro, un toro que trasmite por casta y que hubiera durado para rematar la obra. Figúrense que obra, ¿un rabo en Madrid? Y toreando así, si fuera con un toro toro, ¿porqué no?

Disputa en quites Abellán-El Payo

En el resto de la semana brilló Miguel Ángel Delgado toreando muy despacio a un novillo de la Quinta tan templado como la flámula del novillero, después de los dos puyazos traseros que recibió, puyazos que le cambiaron la sangre santacolomeña por horchata de domé. El recital que dio con la espada es para olvidar y para que este chico entrene de sol a sol.
No se puede pasar por alto la disputa en quites –fueron cinco- que tuvo lugar entre Miguel Abellán y su ahijado en confirmación, El Payo, con el sobrero de Torres Gallego. Debemos agradecer esta disposición pues son precisamente estos detalles los que dan sabor a la fiesta; claro que si no hay toro...

Diego Urdiales sigue dispuesto, de su primero de Samuel pudo sacar dos buenas tandas de naturales y algún buen derechazo, todo a base de mucho sobarlo ya que lo que es torear es harto difícil con estos parados bisontes. Y pocas cosas más de los de luces puedo recordar que no sean las muy buenas actuaciones de algún buen torero de plata –muy bien Alcalareño, Montoliú, Domingo Navarro…- y no será porque en esta semana no hubiera carteles de relumbrón y pasteleo pero las figuras, resto de taurinos y toda la gente guapa con su clavel no deben olvidar algo que estos vociferantes aficionados del sol no paran de predicar: nada tiene importancia si no hay TORO. 

Y no ha habido toros, hemos sufrido el triste espectáculo de ver pasar por Madrid corridas que si fueron elegidas para que estas figuras nuestras triunfen, han conseguido que todos fracasen; ganaderos, toreros, aficionados, la fiesta en su totalidad fracasa. Todos menos Taurodelta; ellos están haciendo caja a lo bestia, sin escrúpulos y a costa de engañar al aficionado que pasa por taquilla, señores, a tragar, que si chillas denunciando el fraude todavía habrá algún vecino que te mandará callar.

La novillada de la Quinta no fue lo que nos tiene acostumbrados pues fue floja y de presentación menos que justa. ¿Cómo pudo permitir Manuel Muñoz Infante que algunos pasaran el reconocimiento? Y a partir del martes, los Cuvillo: torillos chicos que no valieron para que las figuras triunfaran por manifiesta invalidez. En corrida de Peñajara solo tuvieron buena presentación los tres últimos y con este encierro no hubo ninguna duda, el presidente debió devolver los seis.

Fracaso tras fracaso

Pero no, don Julio Martínez que no merece estar presidiendo la plaza de Madrid, en su especial manera de proteger al público soberano, nos hizo tragar con tres de los seis animales que como decía simplemente no eran aptos para la lidia. Los únicos cuatro 'Juampedros' que se lidiaron el jueves fueron como son, como siempre, ¿qué se puede esperar? El toro artista; noblote y flojo.

 Los mansos de Fraile Mazas y Valdefresno además de muy mal presentados y flojos no embistieron. ¿Cuándo han embestido estos toros? Y para rematar la semana Samuel Flores, ni gota de casta, todos los toros blandearon nada más salir, mansos hasta decir basta…Un asco.

Claro, con este panorama no pensaran en cómo fue realizada la suerte de varas, podrían haberse quedado en casa los varilargueros, sencillamente no se picó y lo poco que se hizo siempre fue trasero. La excepción Miguel Ángel Muñoz, a las órdenes de Talavante puso los dos puyazos delanteros, sobre todo el primero.

Semana de fracaso tras fracaso. Alguien debe pararse a pensar que no vamos a ningún lado, que así no gana nadie, que hasta los empresarios con pocos escrúpulos se están cargando la gallina de los huevos de oro, por que de seguir esto así, acabaremos poniendo velcro en la espalda de los toros y escribiendo la tablilla en inglés.