El concierto de Faithfull, que presentará su nuevo disco --en el que incluye colaboraciones de
Keith Richards y
Rufus Wainwright--, dará el pistoletazo de salida al festival, que se realizará en La Pedrera, en las salas barcelonesas Jamboree, Tarantos, Moog, y por primera vez, en la sala Luz de Gas.
La Pedrera acogerá cada día tres conciertos de música clásica, de 30 minutos cada uno y con entradas a 7 euros. Destacan los conciertos inaugurales y de clausura, a cargo de
Albert Attenelle y
Albert Guinovart, que se celebrarán en el recién remodelado auditorio del sótano. La calidad del sonido también mejorará gracias a la incorporación de un piano Fazioli.
Los 35 conciertos de jazz tendrán lugar en la mítica sala Jamboree; entre ellos se cuentan las actuaciones de
Víctor Bocanegra, Jesse Davis Quartet y Oscar Neira Latin Project.
El jazz también tendrá su hueco en la sala Luz de Gas, que acogerá principalmente propuestas de 'gospel', como el coro Esclat Gospel Singers, de 'funk', con grupos como The Pee Wee Ellis Assembly, y de 'funk' y pop, con la banda neoyorquina Brooklyn Funk Essentials y la cantante catalana Txell Sust.
La sala Tarantos, sede del flamenco, presentará durante la segunda quincena de agosto a la cantaora
Sara Flores y a la saga de Los Cortés, mientras que el Moog se dedicará a la música electrónica, con sesiones de disc-jokeys como
Scan 7, House of Fix y Joey Beltram.
El festival se clausurará el 4 de septiembre, cuando Jarabe de Palo presentará en L'Auditori los temas de 'Orquesta reciclando', el trabajo con el que la banda repasa sus 12 años de carrera, a través de versiones con nuevos arreglos de sus temas más conocidos.
Pau Donés, vocalista del grupo, explicó este miércoles que el propósito del espectáculo es darle
"un toque de teatro" y de humor, por lo que cuentan también con la colaboración del presentador
Andreu Buenafuente, que aparece en una pantalla de vídeo.
Donés aprovechó la ocasión para hacer una
"crítica constructiva", y lamentó que en Barcelona haya "
muy pocas" oportunidades para las artes: "
Pensaba que Barcelona era una ciudad muy abierta a la cultura, pero viví en Berlín y estuve 15 días sin dormir; allí, además de vender esa imagen, detrás hay una realidad", afirmó.
El cantante se mostró confiado de que festivales como éste ayuden a convertir en realidad la imagen de ciudad cultural que se tiene de Barcelona,
"un lugar con mucha fachada pero con poco fondo", según dijo.