Silogismo en Bárbara...o en Susana

Cuando estudiaba Filosofía en Bachillerato en la Academia Virgen de los Dolores de Arjona fundada por un cura de armas tomar, don Manuel Álvarez Tendero,  mis profesores me enseñaban que había cuatro clases de silogismos en Lógica, que se dividían en Barbara, Celarent, Daríi y Ferio, creo recordar. El silogismo en Bárbara era el más simple, dos premisas afirmativas y una conclusión también afirmativa y venía a decir algo así como "Todos los hombres piensan, yo soy un hombre, luego yo pienso". Ya se sabe que esta filosofía viene de los griegos y no siempre responde a la realidad pues fueron los sofistas griegos los primeros en manipularla la filosofía a su antojo. De hecho no es verdad que todos los hombres piensen, y. todos tenemos evidentes ejemplos en la mente de que esa primera premisa es cuestionable porque conocemos a muchos que piensan con el culo, por lo que ese silogismo en Bárbara se cae por su propia base. Pese a todo hay que reconocer que el mundo helenístico puso las bases de nuestra cultura y esos silogismos no son sino un ejemplo, pueril si se quiere, para ejercitar la mente y comprobar que la cabeza la tenemos los humanos para otras cosas además de para colocarnos el sombrero o la gorra de Ferrari.

Pero a lo que iba. Ya hemos visto que la juez Mercedes Alaya ha enviado al Tribunal Supremo la lista de preimputados aforados para que sea éste quien decida sobre su imputación. A los ya conocidos ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán y a los ex consejeros Recio, Ávila, Martínez Aguayo, Vallejo y Viera, Alaya ha añadido a dos nuevos personajes, Gaspar Zarrías y María del Mar Moreno, que, curiosamente, están muy ligados a la provincia de Jaén (uno de los lugares claves de los famosos EREs falsos) y que habían ocupado ambos la Consejería de la Presidencia en los últimos Ejecutivos de Manuel Chaves. Siguendo el silogismo en Bárbara, ello podría indicar que la citada Consejería en cuestión (Presidencia) estaba al tanto de lo que se tramaba con la desviación de fondos públicos en la trama de los EREs. A nadie que conociera someramente la política de la Junta en esos años (primera década del 2000) se le oculta que Gaspar Zarrías Arévalo, el virrey de Cazalilla, controlaba todo cuanto sucedía en la Administración autonómica jactándose incluso de que no se movía un papel sin que él lo autorizara. Mis paisanos socialistas jiennenses, algunos de ellos alcaldes de pueblos como Arjona, donde Gaspar ejercía entonces una dictadura estricta y una vigilancia exhaustiva, pueden dar fe de ello. A más de uno su falta de fidelidad le costó el puesto mientras otros más pelotas subían como la espuma.

Pero lo más importante es la conclusión de este silogismo en Bárbara. Teniendo en cuenta que la actual presidenta de la Junta, Susana Díaz, ocupo durante un par de años la titularidad de la Consejería de la Presidencia bajo el mandato de Pepe Griñán, sería incluso posible que la juez Mercedes Alaya hubiese podido también preimputarla como ha hecho con Zarrías y Moreno.¿O es que Susana estaba en Bavia cuando acudía a los consejos de Gobierno que presidía Griñán? Mi modesta opinión es que, con la inclusión de Zarrías y Moreno en la causa como conocedores y consentidores imprescindibles de las ayudas a los ERE falsos, Alaya le ha querido dar un "aviso a navegantes" a la presidenta andaluza, advirténdole a Susana Díaz que, de momento, no tiene nada contra ella, pero que nadie sabe lo que puede deparar el futuro de la complicada y dilatada instrucción de los EREs falsos.

Así que yo le aconsejaría a los correveidiles y cogecosas que rodean a la gran Susana que no lancen las campanas al vuelo y no vendan la piel del oso antes de cazarlo porque puede que el día menos pensado, esa superadalid de la anticorrupción (quien mucho prometer, muchos discursos de honradez y muchas palabras pero aún no ha hecho nada para combatirla) podría entrar a formar parte de la ya larguísima lista de más de doscientos imputados. Sería una sorpresa, pero más sorpresa ha sido el que, de la noche a la mañana, Susana haya pasado de ser una casi desconocida a convertirse en la gran referente española del PSOE. Por lo que pudiera suceder en el futuro, si yo fuese Pedro Sánchez, mantendría cierta distancia con su rubia amiga trianera no vaya a ser que se convierta en una apestada como Chaves o Griñán. Habrá que estar atentos a los próximos movimientos de la magistrada astigitana para la que muchos andaluces reclaman ya que la Junta le conceda a Mercedes Alaya en 2015 la medalla de oro o la nombre Hija Predilecta de Andalucía. No lo hará, faltaría más, pero se la tiene mucho más merecida que el filosocialista rockero granadino Miguel Ríos. ¡¡¡Anda que no!!!

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