Una fecha que El Salado no olvida

Del 16 al 21 de febrero de 2000, el grupo paramilitar violentó las casas de los habitantes obligándolos a reunirse en el campo de fútbol local, para luego torturar y asesinar públicamente a 60 personas, entre ellas, 52 hombres y 8 mujeres.

Las cifras aparecen en el informe 'La masacre de El Salado: esa guerra no era nuestra', elaborado por el Grupo de Memoria Histórica, de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, CNRR. “Se trata de hacer una reparación colectiva, que consiste principalmente en dignificar a las víctimas” aseguró la Comisionada de la entidad, Ana Teresa Bernal.

"Sacaron a mi hija... le dieron un tiro en la cabeza... ella gritó, ella me dijo 'ay mami', y le dispararon", consta el informe de Human Rights Watch, relatando la tragedia de una madre que logró sobrevivir.

Así, con una celebración litúrgica, la exhibición de las fotografías de quienes fallecieron en la masacre, la reapertura de un colegio y una jornada de salid, los sobrevivientes de la incursión paramilitar conmemoraron 10 años de la tragedia.

Para Belén Martínez, de 82 años de edad, la presencia de atención en salud fue un milagro. "Yo tenía años que no iba a un médico", afirma Martínez.

"Cómo olvidar a todos esos saladeros en la cancha tirados, asesinados por esa gente sin corazón, eso no tiene perdón de Dios. Desde ese día la vida me cambió, pero como decimos nosotros los viejos, uno aprende a vivir con las penas", agrega.

La remembranza de la masacre de El Salado llega justo cuando se clama la reconstrucción del corregimiento. A la fecha, solo se ha construido un centro de salud que carece de médico, se han pintado unas fachadas, reparado algunas casas, arreglado la polvorienta carretera y logrado el regreso de 730 de los 1400 habitantes que había antes de la masacre.

"El Estado tiene que hacer conciencia de que el compromiso tiene que ser a fondo para lograr la reconstrucción del pueblo sobre la base de una vocación transformadora, ya que no se puede volver al estado en que estaba esa localidad en el pasado”, expresa Bernal.

Así mismo, las víctimas reclaman que se haga justicia con los autores de la masacre, cuyos jefes están presos en cárceles de Estados Unidos después de que el presidente Álvaro Uribe, autorizara su extradición bajo cargos de narcotráfico.

De los responsables de la acción, tan sólo 15 (es decir el 3 por ciento) han sido condenados. Además, a ningún jefe de las AUC se le ha dictado sentencia, pese a que los 'paras' que cometieron la matanza estaban bajo el mando de Salvatore Mancuso, Carlos Castaño y Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'.

Recientemente, el Centro Jurídico Internacional de Derechos Humanos, IHRLC, de la Universidad de Berkeley, en California, entregó un informe llamado "La verdad tras las rejas", en el que recomienda que los paramilitares presos en EEUU cooperen con las autoridades para resolver esos crímenes.