Con retraso, y después de una gran bronca en la Junta de Portavoces, el Gobierno ha remitido al Congreso su
Comunicación para el Debate sobre Política General. Esta Comunicación es preceptiva para que la Junta pueda aprobar la fecha señalada por el Ejecutivo, así como el desarrollo del debate parlamentario. También es una guía sobre lo que el Gobierno va a proponer al Pleno del Congreso. Y esta guía, desde luego, gustará poco en el mayor partido de la oposición, dado que insiste en “
avances sociales” en materia de aborto y libertad religiosa, algo que no estaba en el programa electoral socialista, pero que ya está enfrentando a los actores sociales.
De igual manera, el Gobierno advierte claramente que rechazará cualquier iniciativa “
que signifique un avance unilateral de alguno de los interlocutores sociales a costa de los otros”. La advertencia es a los agentes sociales –patronal y sindicatos-, pero también va dirigida al Partido Popular.
Nuevas medidas contra el paro
Como novedad en esta Comunicación cabe destacar que el Gobierno quiere que el debate de política general sirva para hacer un primer balance objetivo de la eficacia de las medidas anticrisis ya adoptadas, transcurrido el tiempo mínimo indispensable para su incidencia en la economía real, “
así como para plantear nuevas iniciativas que logren contener la destrucción del empleo y anticipar la recuperación del crecimiento”. Ahora bien, sigue advirtiendo -al PP sobre todo- que todas esas medidas “
deben satisfacer el doble compromiso de respetar las líneas de actuación acordadas en los foros internacionales y de mantener las prioridades políticas y sociales presentadas en el programa de Legislatura”.
Y en relación con esas “
prioridades políticas” el Ejecutivo fija claramente los “
avances” en el primer año de Legislatura (aumento de las pensiones más bajas, desarrollo y financiación del sistema de atención a la dependencia, incremento del presupuesto de educación...), y la
“tarea preparatoria de diversos proyectos legislativos dirigidos a asegurar la efectividad de los derechos constitucionales”, entre los que cita textualmente desde una Ley integral de igualdad de trato, a la nueva regulación de la interrupción voluntaria del embarazo; desde la adaptación de la normativa de inmigración a la jurisprudencia constitucional, a la reforma de la ley de libertad religiosa a la luz de la realidad social sobre la que se proyecta. Aspectos estos últimos que no estaban contenidos en el programa electoral, pero que
Rodríguez Zapatero se ha empeñado en sacar adelante pese a la oposición de diversos sectores políticos y sociales.
No obstante, y en lo que parece un caso típico de ‘optimismo antropológico’, el Gobierno dice que en estos y otros proyectos “
espera alcanzar acuerdos con las diversas fuerzas políticas presentes en el Congreso de los Diputados”.
Amplio acuerdo político y social
El Ejecutivo cree que la preparación y desarrollo de la Presidencia Española de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 debe constituir un objetivo de proyección nacional “
que debe implicar no sólo al Gobierno, sino al conjunto de las instituciones y administraciones, a las fuerzas políticas y los interlocutores sociales, y a la sociedad en su conjunto”. Señala, pues, que es un “
terreno propicio para el más amplio acuerdo político y social, que el Gobierno ofrece, y también reclama, para que contribuya al éxito nacional ante este reto y reafirme, así, la acreditada vocación europeísta de nuestro país”.
Y es en ese marco donde dice en su Comunicación que su voluntad de acuerdo “
sigue siendo también la noción rectora en materia de reformas sociales”. En este ámbito, añade que no hay reforma estructural posible si no se realiza a partir de la aceptación de los actores sociales: “
El Gobierno, pues, quiere expresar, en el marco del Debate de Política General, el mantenimiento de su compromiso de actualización constante del Diálogo Social y de rechazo de cualquier iniciativa que signifique un avance unilateral de alguno de los interlocutores sociales a costa de los otros”.
El análisis de la crisis económica
La Comunicación gubernamental hace una breve descripción del recorrido de la crisis económica durante este año,
desde el debate de investidura, del que dice que ya entonces, el debate sobre la situación económica centró la atención de todos los grupos políticos. Pero Zapatero sigue en sus trece (entonces negaba la crisis económica): “
En aquel momento, la economía española se movía entre la apreciable desaceleración derivada de la contracción del sector de la construcción y la necesidad de impulsar un crecimiento económico más sostenible, basado en sectores emergentes con un mayor valor añadido y un desarrollo más estable, sectores que venían reforzándose en la España de los últimos años”.
Continuando con esa reflexión, añade el Gobierno que la realidad del primer año de esta Legislatura nos ha situado “
casi sin transición ninguna, ante una crisis sin precedentes, que afecta hoya todos los países del mundo y que, a partir de su desencadenamiento más virulento con el crash financiero del pasado verano en Estados Unidos, se ha convertido en una crisis económica global”.
Así, sostiene el Ejecutivo que en España, esta crisis, si ha permitido comprobar la solidez de nuestro sistema financiero, también ha puesto en evidencia algunas debilidades de nuestro patrón de crecimiento y, lo que es más importante, ha provocado un muy fuerte aumento del desempleo. “
Este es, para el Gobierno, el elemento diferencial más relevante de nuestra situación respecto del conjunto de países europeos y, por ello, el principal reto al que deben seguir dirigiéndose todos los esfuerzos en los próximos meses”.
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