Llegó la hora en Venezuela…

Este domingo 15 de febrero los venezolanos se harán presentes nuevamente en los centros electorales con el fin de decidir si permiten al personaje de Miraflores continuar indefinidamente en el poder o le colocan, de una vez por todas, fecha a la culminación de su mandato.

Es claro que la pelea electoral ese día no será fácil, ya que el oficialismo se ha movido con destreza y ha organizado un amplio despliegue de sus militantes para que acudan a las urnas en todo el país. De esa manera tratarán de obtener un triunfo que le permita an comandante mantenerse en el Palacio de Miraflores hasta el año 2049, como ya lo ha expresado.

Sin embargo, los partidos políticos de oposición, estudiantes, trabajadores, profesionales,  instituciones académicas, amas de casa y miles de personas más que no creen en el proyecto presidencial, han manifestado su convicción rotunda de evitar la continuación de Chávez al frente de la Nación. Consideran que su empeño reeleccionista cercena el derecho que tienen los venezolanos a preservar la democracia, respetando la posibilidad de la alternancia en el poder.

Es bien sabido que la mayoría de los países han optado por establecer en sus Constituciones un límite a la reelección presidencial, tomando en cuenta lo pernicioso que puede resultar que una persona pretenda eternizarse en el control del Estado. Sólo los dictadores, en su mayor parte militares, son quienes han permanecido décadas ejerciendo la tiranía, la corrupción y el abuso. Basta mencionar los casos de Fidel Castro en Cuba, de Trujillo en República Dominicana, de Pinochet en Chile y de Stroessner en Paraguay para ratificar lo antes dicho.

Pero los venezolanos tenemos una nueva oportunidad para decir NO este 15 de febrero. Un No a la inseguridad, un NO al despilfarro de nuestros recursos, un NO al “Socialismo del Siglo XXI”… Será un momento único del que seremos protagonistas. Quizás para algunos sea fastidioso hacer nuevamente una cola,  mantenerse en expectativa, acudir al centro para cuidar su voto; pero debemos asumir este nuevo compromiso con responsabilidad cívica. Es mejor actuar ahora que dejar en manos de otros nuestro futuro y el de nuestros hijos.