www.diariocritico.com

Crítica de 'Agora' por Fernando Jáuregui

... pues yo me aburrí solemnemente

... pues yo me aburrí solemnemente

miércoles 07 de octubre de 2009, 13:05h
El preestreno, o pase ‘privado’ –para cerca de cuatro mil personas—de ‘Agora’ fue todo un acontecimiento. Merece serlo una nueva película de nuestro director más internacional y más imaginativo, Alejandro Amenábar, aunque no sé si la cosa justificaba la presencia en el fasto de cinco ministros/as, el presidente del Congreso, el alcalde de Madrid, Leire Pajín, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Mario Vargas Llosa... Todo sea, en fin, por arropar a Amenábar y a esta superproducción en la que Telecinco se ha gastado nada menos que cincuenta millones de euros. Yo me aburrí solemnemente, lo confieso, desde el primero hasta el último de los cientoveintisiete minutos que dura la ‘peli’.
Es –no hay que dejar demasiado presupuesto en manos de un director, máxime si es genial—casi ‘una de romanos’. Superproducción a lo Samuel Bronston, pero con menos apariencia de cartón-piedra. Mucho soldado con lanza, mucho judío, mucho cristiano. Y mucho, muchísimo, primer plano de Rachel Weisz, guapísima pero hierática en su papel de la científica ‘liberada’ Hipatía. La historia, un alegato contra el primer cristianismo, no da mucho más de sí. Amenábar ha hecho una gran recreación histórica –casi ‘tocas’ la biblioteca de Alejandría--, como corresponde a un gran director. Pero el ritmo es lento y a un profano como quien suscribe le pareció eso: bonita, pero aburrida. A la salida –menudo atasco se formó—había gente a la que le había gustado, pero los aplausos a Amenábar y sus actores, la Weisz, Max Minguella y Oscar Isaac, también ellos bastante poco expresivos, fueron, al final, más bien tímidos.

Vea el trailer de la película:

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios