La decisión de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha sido comunicada este jueves a las partes (
lea el auto de la A.Nacional (pdf)>>), y obliga a
Baltasar Garzón a admitir como acusación a Dignidad y Justicia, dirigida por
Daniel Portero. Esta causa, que duerme el sueño de los justos en el imprevisible cajón de Garzón, se desgajó en su día de la pieza principal sobre el 'chivatazo' policial a ETA realizado en el bar Faisán el 4 de mayo de 2006, cuando comenzaban las negociaciones oficiales entre el Gobierno de
Rodríguez Zapatero y la banda terrorista ETA.
En esta pieza separada se investiga al ex director general de la Policía,
Víctor García Hidalgo, junto a los etarras
Jon Yurrebaso Atutxa y
Kepa Mirena Suárez Ugarte, a quienes Dignidad y Justicia acusa de colaboración con organización terrorista y revelación de secretos.
Yurrebaso y Suárez fueron detenidos el 29 de marzo de 2007, en pleno alto el fuego de la organización terrorista ETA y cuando se dirigían a Ginebra para mantener una ronda negociadora con los enviados de Zapatero, según se publica en un libro de próxima aparición:
"El Zapaterato. La negociación: el fin de ETA", editado por Península. En el momento de su detención, Yurrebaso tenía en su poder un papel con varios números de teléfono, entre ellos el número 6481X71X0, que, al parecer, pertenecía al ex director general de Policía, Víctor García Hidalgo.
García Hidalgo está imputado en el sumario sobre el chivatazo policial en el bar Faisán, junto al inspector de Policía J.M.B y al jefe de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés. Según las conclusiones del inspector-jefe Carlos Germán, que investigó el chivatazo, habría sido J.M.B quien pasó al dueño del bar Faisán,
Joseba Elosua, un teléfono móvil. Al otro lado de la línea estaría -según esas conclusiones- Pamiés, quien habría advertido a Elosua de una operación policial contra el entramado de extorsión de la banda. Todo habría sido ordenado -según esa versión- por Víctor García Hidalgo, actualmente secretario de Organización del PSE en Álava.
Garzón no quiere acusaciones incómodas
El hecho de que a Yurrebaso se le ocupase cuando su detención un teléfono que, al parecer, pertenecía a García Hidalgo, y dada la supuesta implicación de éste en el 'caso Faisán', la asociación Dignidad y Justicia intentó personarse en esta pieza separada, acusando a García Hidalgo de colaboración con banda armada. Pero Garzón lo denegó. Recurrida la decisión, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal no sólo admite ahora la personación, sino que da otro varapalo jurídico al juez-estrella.
Dice el auto de la Sección Tercera al respecto: "No es aceptable como motivo de inadmisibilidad de la querella su calificación de 'alarde meramente prospectivo que no acierta a identificar los hechos con relevancia penal que se investigan en esa causa'. La aceptación de tal tesis denegatoria fundada en la afirmada supuesta ignorancia de la querellante viene a exigir un cabal y detallado conocimiento de los hechos investigados por parte de quien legítimamente ejercita la acción penal, cosa no exigida por norma penal sustantiva ni procesal alguna. Precisamente es elemento conceptual de toda acusación que no sea la pública la función coadyuvante a una recta administración de justicia. Y de conformidad con el principio pro accione, nuestro Derecho no admite otra interpretación".
Por los números de teléfono hallados a Yurrebaso se iniciaron actuaciones en el Juzgado Central de Instrucción número seis, que atendió dos Comisiones Rogatorias procedentes de Francia que solicitaban información acerca de Yurrebaso y Suárez, detenidos en ese país con números de teléfono que pertenecían a altos cargos de los gobiernos español y francés "intervinientes en el proceso de negociación o interlocución con ETA". Dado que desde mayo de 2006 se seguían investigaciones por el caso Faisán por el Juzgado Central número 5 -el de Garzón-, y otras más conectadas con estos hechos, el Juzgado seis se inhibió a favor del cinco.
No obstante, la pieza separada que se conformó con este caso parecía dormir el sueño de los justos en el cajón de Garzón, razón por la que quiso personarse la asociación Dignidad y Justicia, cosa que trató de impedir el juez-estrella. Ahora, la Sala de lo Penal ha dado la razón a los recurrentes y obliga al juez a admitirlos como acusación.
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Jon Yurrebaso fue detenido en Francia en 2007 con el número de teléfono de este cargo policial
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