Los heridos, algunos en estado crítico, se han trasladado a varios hospitales de la provincia de Barcelona: seis al Hospital Moisès Broggi, 5 al Hospital de Sant Boi, 3 al Clínico de Barcelona, 2 a Bellvitge y 1 al Hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet.
El accidente se produjo sobre las 23.25 horas cuando un tren que cubre la ruta entre Alicante y Barcelona arrolló a un grupo de personas que cruzaba la vía por un lugar donde no está habilitado el paso para peatones. La estación de Castelldefels Playa, una de las dos con las que cuenta esta localidad barcelonesa, cuenta con un paso inferior para peatones pero el grupo de personas cruzó la vía por un lugar indebido y fue arrollado por el tren. Al parecer, para evitar el 'atasco' de gente que en ese momento quería usar el paso subterráneo.
Es habitual en las estaciones de tren de Cercanías que los pasajeros opten por el cruce temerario, y prohibido, por las vías centrales.
La gente, eufórica por salir, cruzó las vías
Uno de los pasajeros que salieron ilesos relató que el tren del que acababan de apearse estaba lleno, y al bajar "estalló la euforia para llegar a la playa", adonde iba gran parte del pasaje para asistir a una fiesta de la verbena de San Juan.
En declaraciones a
Europa Press, explicó que casi todos los viajeros eran jóvenes que iban a la playa y, al viajar tan apretados en los vagones, salieron "como una ola de agua" hacia al andén e, inmediatamente, "el 70 por ciento" del pasaje bajó a las vías para cruzarlas.
"En cinco segundos" llegó el tren Alaris que les arrolló, dijo, y admitió que había un paso subterráneo para cruzar, mientras que el paso superior (por encima de las vías) estaba cerrado con una cadena por obras.
"Se empezaron a escuchar golpes; toda la gente estaba gritando, llorando y en estado de shock", relató, que vio entonces personas mutiladas, agonizando, y mucha sangre en las vías, donde yacían ya los 12 muertos y 13 heridos.
Él y su mujer, unos vecinos de Barcelona que viajaban con su hija, de 8 años, optaron por apartarse y esperar en un punto que distaba 70 metros del paso subterráneo. Después, los tres fueron a una fiesta en un bloque de pisos cercano a la estación, como tenían previsto.
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