¿Por qué Ada Colau enfada tanto a nacionalistas, 'populares' como a socialistas?

La Generalitat criticó ayer a Catalunya en Comú, partido impulsado por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por su ambigüedad con el referéndum independentista tras asegurar que "facilitará" la votación del 1-O.

La portavoz del Govern, Neus Munté, se preguntó sobre la "credibilidad" de este partido "que dice que las cosas se pueden transformar pero luego asegura que nada de eso se puede hacer". "Les pedimos concreción en sus planteamientos y saber si mantendrán el posicionamiento que tuvo el alcalde Xavier Trias con el 9-N", añadió.

Las críticas también vinieron desde el Ejecutivo central y la oposición. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, exigió a Colau que "no someta a los empleados públicos" del Ayuntamiento a "ningún tipo de tensión" ni a tener que tomar "ninguna decisión que pueda suponerles intranquilidad".

La portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, advirtió a Colau de que tendrá que "responder de sus decisiones".

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, acusó a la alcaldesa y al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de dar "un balón de oxígeno" al independentismo.

Por su parte, Pablo Iglesias defendió que las instituciones catalanas "faciliten por todos los medios" que se celebre el referéndum. Iglesias dijo que tiene la misma posición que Ada Colau y Xavier Domènech, al defender "que haya un referéndum con garantías y eficacia jurídica. "Pensamos que lo que va a ocurrir es una movilización legítima y no es el referéndum que nosotros queremos que se produzca y por el que vamos a trabajar", señaló.