Adiós a la última esperanza de club y jugador tras la decisión en la tarde de este miércoles del Comité de Apelación de la Federación Española (RFEF), que ha rechazdo las alegaciones del Real Madrid y confirmado los cinco partidos de suspensión a Cristiano por su expulsión en el Camp Nou en la ida de la Sipercopa. Justa o injusta la segunda amarilla del árbitro al portugés lo que le preocupaba, y al club, claro, es el número de partidos que le podían caer por empujar al colegiado. Y les preocupaba con razón, porque el Comité de Competición le suspendió por cinco encuentros: uno por las dos amarillas que significaban la roja, y cuatro por el empujón. Ya el juez único de Competición rechazó las alegaciones del Madrid. Y ahora, sin más opciones de apelar, ha hecho lo propio el Comité de Apelaciones. Con lo que el portugués no sólo se peierde la vuelta de la Supercopa este miércoles en el Bernabéu, sino los cuatro primeros de la Liga ante Deportivo, Valencia, Levante y Rea Sociedad, y podrá reaparecer ante e Betis en la quinta jornada.
No hay calma nunca en la vida de Cristiano Ronaldo. Todo lo que rodea al portugués parece ser polémica, ya sea en el campo de fútbol o fuera de él. Tras un verano tormentoso por sus problemas con la Hacienda española, que podría suponer para el astro luso incluso años de cárcel por presunto fraude fiscal, ahora en los terrenos de juego también gana más dificultades.
Ayer, durante el el partido de ida de la Supercopa de España, en Barcelona, salió expulsado del encuentro por doble amarilla... pero es que, además, llegó a tener un gesto antideportivo fruto del calentón que llevaba tras la roja y llegó a empujar "levemente" al árbitro, Ricardo de Burgos Bengoetxea. Comencemos por comentar que al colegiado vasco le quedó muy grande el Clásico y perdió los papeles sacando tarjetas de más. Después llegó el no-penalti cometido contra Luis Suárez y el tanto de Messi desde los 11 metros.
Cuando más caliente y tenso estaba el partido, con intento de tangana entre los jugadores de ambos equipos, llegó entonces el segundo tanto del Madrid, obra de Ronaldo. El portugués se quitó la camiseta en otro de sus gestos exagerados de triunfalismo y se llevó la consabida tarjeta amarilla por quitarse la equipación oficial. Con esa amarilla, pocos minutos después, llegó a boca de gol y fue desequilibrado por Umtiti. Más allá de analizar si hubo o no penalti, el colegiado De Burgos Bengoetxea corrió hacia el portugués y le sacó una nueva amarilla, esta vez por simulación de penalti y el presunto intento de confundirle. No se indignó sólo el delantero luso, también todo el Madrid y muchos azulgrana no podían creerlo.
Fue entonces cuando, en caliente, Ronaldo perdió los papeles y tras protestar, se aproximó el colegiado y le apoyó con fuerza el brazo en la espalda, empujándole. El árbitro lo puso en el acta, aunque no le diera importancia en ese momento respondiendo al gesto del atacante blanco. Lo que escribió en dicho acta es que recibió un "empujón leve". La sanción podría ser ahora de entre 4 y 12 partidos, según el reglamento, dejando casi sin posibilidades que el Madrid recurriera su injusta segunda amarilla.
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