El Real Madrid disputaba este viernes al Fenerbahçe en el infierno ambiental de Estambul la semifinal para intentar conseguir una plaza en la finalísima de la Euroliga el domingo. Pero los de Laso, con un juego deslavazado y muy influidos por el ambiente del pabellón, no dieron la talla en ningún momento. Asustadizo y sin la casta y bravura habituales, el equipo fue a remolque del marcador desde los inicios del patrtido y acabó cayendo ante los de Obradovic por 84-75.
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