Mónica García: "Supongo que Ayuso quiere aspirar a La Moncloa y quitarle el puesto a Feijóo"

Entre actos y compromisos, la cita se desarrolla en el popular barrio de Lavapiés, en pleno corazón de la capital. Repasado ya su programa electoral, la charla con Mónica García se centra ahora, como no podía ser de otra manera, en la cita con las urnas. A escasos días para la celebración de unos nuevos comicios, la actual líder de la oposición lo tiene claro: quiere intercambiar papeles con Isabel Díaz Ayuso y erigirse así como nueva presidenta tras el 28M.

¿Ha conseguido Más Madrid posicionarse como una alternativa real al Partido Popular en la Comunidad de Madrid?

Claramente somos los únicos que podemos mandar a la señora Ayuso a la oposición. Somos los únicos que hemos llegado a esa final con el Partido Popular para disputarle la Puerta del Sol y el futuro de esta región. Esto tiene que ver con años de trabajo concienzudo y con una manera de hacer las cosas que reconcilia a la gente con la política: hablar de Madrid, de las cosas cotidianas y de lo que realmente les importa a los madrileños.

Sin embargo, Ayuso continúa rozando la mayoría absoluta en todos los sondeos...

Hace tiempo ya que el Partido Popular está desinflando su globo. Los madrileños se han dado cuenta de que la señora Ayuso está incómoda hablando de Madrid. Por eso utiliza todo tipo de artificios. Para ella estas elecciones no van ni de Madrid ni de los problemas de los madrileños. Ya ha dicho que son una primera vuelta para no se sabe qué. Supongo que quiere aspirar a La Moncloa, a quitarle el puesto al señor Feijóo. Pero se va a quedar con las ganas. No solamente de eso, sino también de gobernar en Madrid. Todo esto le va a pasar factura.

A ustedes, en cambio, las encuestas les dan entre 26 y 30 escaños. ¿Están satisfechos con este escenario?

Si hay algo que dicen todas las encuestas es que Más Madrid no para de crecer, que no tiene techo y que va como un cohete. Además, los sondeos nos dan siempre menos de lo que luego sacamos. Vamos a por los 35, a por los 40, a por los que haga falta para que la señora Ayuso acabe en la oposición. No nos conformamos con nada porque las campañas se nos dan muy bien. Nos dan la oportunidad de mostrar todo el trabajo que hemos hecho y aterrizar nuestras propuestas.

¿Mantiene entonces que es posible alcanzar el Gobierno?

El 28 de mayo nos jugamos mucho: la sanidad, la industria, el empleo verde, el futuro... Vamos a por todas. No nos conformamos con nada.

En cualquier caso, un cambio de Gobierno pasaría por alcanzar acuerdos con el PSOE-M y Unidas Podemos...

Parto de la máxima de que la política es diálogo y entendimiento. Ya dije que le deseo toda la suerte a las fuerzas progresistas y que, si cada uno de nosotros hacemos bien nuestro trabajo, el 29 de mayo nos podremos reunir a hablar de lo importante: de la vivienda, los pediatras, los psicólogos, las residencias de mayores, de Madrid... Si somos capaces de configurar un Gobierno, haremos las políticas que les importan a los madrileños, al margen de juegos personales o partidistas.

Hay quien cree que una de las claves para que Ayuso no consiga la absoluta es que Unidas Podemos obtenga representación. ¿Coincide con aquel que define este como el voto útil?

El único voto útil es el que evita que vuelva a gobernar el Partido Popular. Ni solo, ni con VOX. No quiero que la señora Ayuso tenga mayoría. Ni grande, ni pequeña. Quiero que se vayan a la oposición, que deje a esta región respirar, que dejen de insultar a los sanitarios, a los taxistas, a los vecinos de San Fernando, a las mujeres... Quiero que la Comunidad de Madrid tenga por fin un Gobierno que esté a la altura de los madrileños, de la diversidad, la pluralidad y la alegría. Ahora mismo, eso solo lo puede conseguir Más Madrid, la única fuerza política que le está disputando realmente la final al Partido Popular.

¿Qué valoración hace del debate en Telemadrid?

En el debate vimos a una presidenta realmente incómoda cuando tenía que hablar de Madrid porque no puede estar orgullosa de ninguna de las políticas que ha hecho durante los cuatro últimos años. No pudo sacar pecho de nada de su gestión y tuvo que esconderse detrás de ETA, de Bildu, de Sánchez y de conceptos abstractos. Fue incapaz de hablar en pasado o en presente, como si el PP no llevara 28 años gobernando. No dio ni una sola alternativa a la crisis climática, a la crisis energética, a la crisis económica, a la crisis social. Demostró que no conoce Madrid.

Nosotros, por el contrario, fuimos capaces de hacer un diagnóstico riguroso y preciso. Fuimos capaces de presentar la alternativa con proyectos reales y trabajados tras cuatro años de trabajo solvente a nuestras espaldas. Nos dedicamos a hablar de Madrid. A hacer un debate madrileño. Por y para Madrid. No nos salimos de ese guión, mientras que en el de la señora Ayuso no figuraban ni los problemas, ni las soluciones, ni los anhelos de los madrileños.

¿Se siente entonces ganadora? Es curioso que todos los candidatos se sienten así...

Es un clásico, ¿no? Yo no puedo hacer esa valoración porque sería bastante pretencioso. Lo que sí creo es que somos la alternativa a la señora Ayuso. Somos un partido capaz de presentar proyectos alternativos y que están en las antípodas de la economía depredadora que nos plantea el Partido Popular. Somos los que más opciones tenemos de disputarle al PP la Puerta del Sol tras 28 años de parque temático de fondos buitre. Nos sentimos orgullosos de nuestro trabajo. De haber aterrizado el debate sobre Madrid. De defender los intereses de Madrid. Algo que los madrileños y madrileñas saben reconocer.

¿Qué le parece el formato de debate a cinco?

Los debates son como son. Son formatos muy serios porque la política es muy seria. No es un formato de entretenimiento. Es un formato en el que se habla del futuro, de lo que nos va a ocurrir y de las certidumbres que cada uno queremos presentar ante los ciudadanos. En un momento, además, de máxima incertidumbre, donde los jóvenes no saben si van a tener o no vivienda, donde la gente no sabe si va a poder llevar a su hijo o su hija a una escuela infantil, si va a ir a una clase donde va a haber 20 o 25 alumnos, o si los mayores, nuestros padres y nuestras madres, van a estar bien cuidados. En política se trata de dar certidumbres. Es lo que intentamos hacer en el debate: que los madrileños y las madrileñas sepan que hay futuro, que lo que está por venir es el mejor Madrid que nos podamos imaginar.

¿Hubiese preferido un cara a cara con Ayuso?

Le pedí expresamente un cara a cara para contrastar proyectos, políticas y soluciones. Fue imposible. Insisto en que está incómoda hablando de Madrid.

A lo largo del debate le vimos mostrar un tono bastante agresivo contra la presidenta... ¿En busca, tal vez, de ese cara a cara?

Soy representante de los ciudadanos, de las familias que han denunciado que a sus mayores les están dando comida bazofia, de los madrileños y las madrileñas que se sienten abandonados por una presidenta que les ha dejado tirados, sin centro de salud, que ha expulsado al 25 por ciento de los pediatras, que ha insultado a las mujeres, a los taxistas... Creo que esto es lo suficientemente serio como para abordarlo con contundencia y con vehemencia. Diría que le pongo pasión a la política. Y en esa pasión también hay una gran parte de indignación porque el Gobierno de la señora Ayuso es un Gobierno sin alma que trata de manera cruel a muchos de sus ciudadanos. Hay que ser contundente contra el desprecio de Ayuso hacia la sanidad pública, hacia los niños y niñas que están en barracones en los colegios, hacia la industria, hacia todos aquellos que lo están pasando mal en esta comunidad, hacia el millón y medio de madrileños que están en exclusión social. Hay que ser contundente. No caben ambages. La cosa no está para bromas, ni para gracietas. Ayuso utiliza muchas veces el dolor del colectivo trans o el de la violencia machista para hacer gracietas. Este 28 de mayo nos jugamos mucho y creo hay que abordarlo con rigor, seriedad y contundencia.

Ayuso, sin embargo, no entró al trapo...

La señora Ayuso es incapaz de salir del barro político y elevar el nivel del debate. Es incapaz de hablar de las cosas concretas: de los pediatras, de los psicólogos, de los mayores, de la vivienda... Cuando le pregunté si pensaba que el cambio climático era una estafa dijo que no se sentía aludida. Es muy significativo. Tenemos una presidenta que no se siente aludida por el cambio climático, por la crisis energética, por los precios de la vivienda, por el deterioro programado y sistemático al que han llevado a la Atención Primaria, por los problemas de los madrileños... Solo se siente aludida por esa pelea interna que digo yo que estará manteniendo ahora mismo con el señor Feijóo para ocupar su puesto.

¿Qué opinión le merece su propuesta de colocar una planta en cada balcón para alcanzar un Madrid más verde?

Me parece una tomadura de pelo en toda regla viniendo de un Gobierno que no ha hecho ni una sola política para la transición ecológica y que ha avalado la tala masiva de árboles de su compañero, el señor Almeida. Es una tomadura de pelo frente a uno de los principales retos a los que nos tenemos que enfrentar los madrileños, los españoles y el resto del mundo: la crisis climática. Este tipo de propuestas completamente absurdas son las que nos ofrece la señora Ayuso. Nosotros, en cambio, traemos propuestas serias y rigurosas. Queremos crear 50.000 empleos verdes, alineados con la lucha contra el cambio climático. Empleos que nos traigan una región independiente a nivel energético. Una región próspera y cuyo futuro pase por el desarrollo de la industria verde como una de las patas más importantes. La señora Ayuso, mientras tanto, nos propone poner macetitas en nuestros balcones. La diferencia es abismal.

Otro de los puntos calientes en el debate fue, de nuevo, el reproche de Alejandra Jacinto hacia su negativa a concurrir juntos a las urnas...

Como he dicho antes, si cada uno de nosotros hace bien su trabajo, el 29 de mayo nos sentaremos juntos a hablar del nuevo Gobierno. Hay cuestiones que son imprescindibles y que son, además, seña de identidad de las fuerzas progresistas: la diversidad, la pluralidad y, sobre todo, la capacidad de dialogar y cooperar para sacar a la señora Ayuso de la Puerta del Sol.

Le hemos escuchado muchas veces que quiere hablar de Madrid. ¿Piensa que, más allá de Ayuso y el Partido Popular, no es así en otras fuerzas?

Solo puedo hablar de lo que hacemos nosotros. Yo no le digo a las demás fuerzas lo que tienen que hacer. Tampoco me gusta que me lo digan a mí. Lo que sí creo es que hemos sido los únicos que, desde el primer momento, hemos hablado de Madrid y que hacemos política por y para Madrid. Los únicos que no utilizamos Madrid para ningún otro fin. Ni para cálculos electorales ni para otra serie de cálculos partidistas. Queremos devolverle a los madrileños y madrileñas el protagonismo. Queremos que no se hable siempre desde Madrid, sino que se hable de Madrid. Ese es nuestro ADN.

¿Podría perjudicarles electoralmente que se hable más del acceso a la vivienda que de otras cuestiones de las que siempre han hecho bandera, como la defensa de la Sanidad?

La Sanidad continúa siendo la principal preocupación de los madrileños y las madrileñas según todas las encuestas, incluso las que hace la propia Comunidad de Madrid. Está por encima de la preocupación por la inflación y la economía. Se sigue hablando de Sanidad cuando te dan una cita para dentro de un año, cuando no tienes pediatra al que ir, cuando estás viendo como la joya de nuestra corona se nos escapa entre los dedos. Por eso decimos que estas elecciones son un plebiscito entre Sanidad o Ayuso. La Sanidad no ha pasado a un segundo plano, aunque, eso no quita que el acceso a la vivienda sea otro de los problemas más acuciantes y al que también hay que poner solución ya. Tenemos muchas propuestas encima de la mesa y ninguna de ellas pasa por entregar el artículo 47 de la Constitución en bandeja a los fondos buitre.

¿Coincide con Vox cuando apuntan a que la inseguridad y la okupación son 2 de los principales males a los que se enfrenta la región?

Vox ahora mismo no está en condiciones de hablar de inseguridad teniendo en cuenta que acaban de detener a una de sus concejalas por narcotráfico y tenencia de armas. La derecha y la ultraderecha solo traen discursos de miedo. Ponen el telón del miedo por delante de los ciudadanos y las ciudadanas. A nosotros, insisto, nos sigue interesando hablar de la vivienda porque somos la región con los precios más caros. También somos la región en la que ha caído estrepitosamente la tasa de emancipación y la que no tiene ni una sola propuesta para hacer accesible la vivienda a toda una generación. Vamos a seguir hablando de vivienda y vamos a seguir hablando de los problemas reales de los madrileños.

¿Qué solución plantea Más Madrid para resolver el conflicto en San Fernando de Henares cuando se cumple un año de los primeros derribos?

Es un ejemplo más de un Gobierno cruel y sin alma, el de Ayuso, que no tiene empatía para con sus ciudadanos. El problema en San Fernando es fruto de la chapuza del Partido Popular y, para colmo, no quieren hacerse cargo. Hay familias que llevan 20 meses fuera de sus casas. Hay personas a las que no se les ha ofrecido una solución habitacional. Ni siquiera una indemnización, ni material, ni moral. Recuerdo a la señora Ayuso insultarles y decir que eran agresivos. Es un fiel reflejo de las prácticas del Partido Popular. Primero abandonan y luego insultan. La solución es muy sencilla. Basta con que el Gobierno se haga cargo.

¿Cómo valora la baja de Tesh Sidi en la lista electoral tras la negativa del Constitucional a su recurso?

Es un golpe injusto porque el Tribunal Constitucional ni siquiera ha admitido a trámite el recurso y porque se da la paradoja de que sí puede votar pero no puede ser elegida. Es decir, figura en el censo y puede ejercer el sufragio activo, pero no puede ir en la lista. En cualquier caso, va a seguir siendo una parte fundamental de Más Madrid. Va a seguir trabajando con nosotros porque es un valor añadido para nuestra formación. Es una mujer valiente y que ha vivido en muchísimas ocasiones todos los obstáculos que se le pueden poner a las personas migrantes. Este es solo uno más.