Se pilla antes al mentiroso que al cojo, y aunque 'maquillar' el curriculum es una práctica habitual, el riesgo de ser descubierto es muy alto. Esto fue lo que le ocurrió al ex presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos. En su intento de acceder al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, un puesto que requiere cierto nivel de inglés y francés, el magistrado calificó de 'good' (bueno) su dominio de la lengua de Shakespeare, y de 'very good' (muy bueno), su nivel de francés.
Según publica 'Confilegal', Pérez de los Cobos acudió a París el pasado 12 de enero para someterse al 'examen', una entrevista oral con la Comisión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), formada por 10 integrantes. En ese 'examen' obtuvo 0 de los 10 votos en juego ya que, al parecer, se vio sorprendido al ser preguntado en inglés y pidió ser cuestionado en español.
'Confilegal' ha tenido acceso al cuadro presentado por Pérez de los Cobos en el que detalla los idiomas que domina. Sobre el inglés, califica de 'good' (bueno) su nivel escrito, leído y hablado, algo que no pudo demostrar en esa entrevista, por lo que ha reconocido que "debería tomar clases intensivas", un compromiso que adquirió si conseguía el puesto en Estrasburgo. Respecto al francés, tildó de muy bueno su nivel leído, escrito y hablado.
Además de Pérez de los Cobos, el Gobierno presentó en su terna de candidatos al director de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Martín y Pérez de Nanclares, de 53 años, y a la catedrática de Filosofía del Derecho en la Universidad de Zaragoza, María Elósegui, de 60 años.
"La Comisión recomienda a la Asamblea, por una gran mayoría, al señor don José Martín y Pérez de Nanclares por ser el candidato más cualificado", señala el informe de los parlamentarios del Consejo de Europa, según 'Confilegal'.
Esta web también apunta que fuentes "solventes" niegan que Pérez de los Cobos no sepa hablar inglés ni francés y que las cosas hayan sucedido como se relatan, aunque el resultado del 'examen' no admite cuestionamiento.