Unas 3 horas después del asalto de centenares de seguidores del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, las fuerzas del orden retomaron el control en sede de las grandes instituciones del Estado, en la capital del país.
Estos manifestantes ultras, que habían emulado el asalto al Capitolio de EEUU de justo hace 2 años, tomaron por la fuerza las sedes del Congreso, el Palacio presidencial y el Tribunal Supremo, sedes de los 3 poderes del Estado brasileño. Se calcula que hay más de 300 detenidos por ahora.
Exigían derrocar al presidente Lula da Silva y poner fin a su mandato, provocando destrozos en estos edificios e incluso llegando al dormitorio de la pareja del presidente Lula en el palacio presidencial. También se asegura que un sector de los asaltantes, más informados, intentaron tomar por la fuerza armas de fuego de estas instalaciones para dar fuerza a su golpe.
Tras horas de actuación de los agentes del orden, sobre todo de la Policía Militar, que emplearon métodos antidisturbios, los "vándalos", como fueron llamados por las instituciones del Estado, fueron reprimidos. Hay más de 300 detenidos ya tras un "asalto que no tiene precedentes".
Lula da Silva estableció el control federal de Brasilia, la capital, hasta al menos el 31 de enero, para evitar nuevas tomas por la fuerza.
Contexto del asalto y consecuencias
Estos exaltados a favor de Bolsonaro pasaron las barreras policiales tras una manifestación contra el presdiente Lula y decidieron repetir el ya tristemente famoso asalto al Capitolio de EEUU, sede del poder legislativo de este país. Tras enfrentarse con los agentes de policía, entraron en las oficinas del Palacio presidencial, además de asaltar por la fuerza las sedes del Congreso: la Cámara de los Diputados y el Senado. También destrozaron la puerta de entrada de la Corte Suprema.
Un juez ordenó a las fuerzas de seguridad actuar contra cualquier persona que colaborara en la toma de edificios públicos.
El primer político damnificado por responsabilidades en este asalto es el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, bolsonarista, a quien el juez de la Corte Suprema le ha inhabilitado por 90 días.
Además de actuar en la capital, el partido de Lula, el Partido de los Trabajadores (PT), los bolsonaristas estarían bloqueando en el estado de Paraná la distribución de combustibles, con el objetivo de causar más caos.
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