Para sorpresa de todos los fieles, el papa Francisco ha explicado este miércoles que su antecesor, Benedicto XVI, se encuentra "muy enfermo" y pidió rezar por su salud.
El actual sumo pontífice, durante su habitual audiencia, pidió una "oración especial" por el anterior papa, cuya salud sería muy delicada.
El sacerdote argentino explicó que el alemán está "muy enfermo" y que "pidamos a Dios que lo consuele y lo sostenga en su testimonio de amor a la iglesia hasta el final".
Por ello, solicitó una oración por él: "Me gustaría pedirles a todos una oración especial para el papa emérito Benedicto, quien, en silencio, está sosteniendo la Iglesia".
La renuncia de Benedicto
Esta referencia a su antecesor ha sido una total sorpresa para los allí presentes, que hacía tiempo que desconocían cómo se encuentra Benedicto, quien, como es sabido, ya dejó el cargo en 2013 por problemas de salud.
Benedicto, de nombre Joseph Ratzinger, tiene 95 años y fue el primer papa en 600 años en renunciar al cargo estando vivo. Siempre se habían producido relevos por defunción.
El papa se encuentra en una vida de retiro absoluto en un convento en el mismo interior de la Ciudad del Vaticano.
Parece que su estado se ha agravado, pero la realidad es que han sido casi 10 años en los que ha seguido con vida cuando se temió por ella desde hace tiempo.
También son muchas las especulaciones sobre la mala relación entre ambos papas, el dimitido y el actual, ya que Francisco chocaría con el estilo que tuvo el alemán al frente del Vaticano y después con algunas intromisiones, además de su actitud ante las investigaciones sobre los abusos sexuales dentro de la Iglesia.
De hecho, la última vez que supimos de Ratzinger a nivel público fue en febrero, hace ya 10 meses, cuando pidió disculpas en una carta por esos abusos sexuales en la Iglesia alemana.
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