China impondrá a partir de este sábado restricciones durante 4 días en la ciudad de Xi'an (norte), la capital de la provincia de Shaanxi.
Esto sucede mientras siguen los enfrentamientos con la policía en Shanghái por las duras medidas de confinamiento en la ciudad.
El confinamiento de Shanghái ha dado mucho que hablar tanto en China como en el resto del mundo.
Sus habitantes denunciaron a todo el planeta que se estaban quedando sin comida tras días de confinamiento y muchos de los pedidos no llegaban a los hogares.
El régimen comunista insistía en que se estaba dando una mala imagen internacional a través de los medios y gobiernos occidentales.
Polémicas y protestas
La realidad es que aumentan las protestas entre los vecinos de la capital económico de China. Protestan por las consecuencias socioeconómicas del confinamiento, la falta de distribución de alimentos y la insuficiencia de centros sanitarios y de personal médico. Hay saqueos y pillaje ante la falta de víveres y suministros.
También ha habido lugar para otras polémicas. China se ha quejado ante EEUU porque Washington autorizó el viernes la evacuación del personal no esencial del consulado estadounidense en Shanghái y de sus familiares, cuando por el confinamiento nadie debería entrar o salir.
La Casa Blanca ha recomendado no viajar a Hong Kong, a la provincia de Jilin ni a Shanghái por las restricciones, "incluyendo el riesgo de que se separe a padres y niños".
España ya ha pedido a sus nacionales que intenten abandonar la ciudad al no poder estar garantizada su seguridad.
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