Tanto el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, como el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, han pedido al papa Francisco que viaje a la capital para dar un mensaje de esperanza.
El sumo pontífica de Roma no ha cerrado la puerta a esta visita aun con todas las dificultades que eso supondría: "Sí, está sobre la mesa", se ha dicho.
Recientemente, el Papa volvía a reclamar el fin de la guerra en Ucrania cuando se cumplía un mes del inicio de la invasión. Aseguró haber sentido "vergüenza" al conocer que algunos países han acordado destinar el 2% de su PIB a comprar armas.
"La verdadera respuestano es más armas, más sanciones, más alianzas político-militares, sino un enfoque diferente, una forma diferente de gobernar", ha manifestado.
El Papa ha vuelto a pronunciarse sobre la guerra en Ucrania y ha señalado que "la buena política no puede provenir de la cultura del poder entendida como dominación y avasallamiento, sino sólo de la cultura del cuidado, del cuidado de la persona y de su dignidad y del cuidado de nuestra casa común".
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