Las montañas que rodean Jerusalén están ardiendo de forma descontrolada en los peores incendios forestales que se recuerdan. Miles de personas ya han tenido que ser evacuadas y más de 100 dotaciones de bomberos trabajan para intentar sofocar las llamas.
Israel ha declarado la emergencia nacional y ha solicitado ayuda internacional. Una petición que España ha respondido y tal y como ha informado el Ejecutivo, se han enviado varios aviones para ayudar.
Según ha avanzado RTVE, una decena de aviones está trabajando ya en la zona y se espera que a lo largo de las próximas horas lleguen otros 8 más para combatir el fuego.
Junto a España, Francia, Rumanía, Croacia, Italia y Ucrania enviarán aviones para colaborar en las tareas de extinción.
Hasta 155 dotaciones de bomberos trabajan sin descanso en tierra, pero las llamas son virulentas y las condiciones climáticas están complicando sofocarlas.
Según los servicios de emergencia, 17 bomberos han resultado heridos en los incendios y 2 de ellos han precisado ingreso hospitalario. En cuanto a la población civil, hay al menos 19 heridos, aunque de momento ninguno de gravedad y no se han registrado víctimas mortales.
Temor a que llegue a la ciudad
Las llamas se han producido en diferentes focos en las montañas de Jerusalén y localidades cercanas han tenido que ser evacuadas, pero se teme que lleguen a la ciudad, pues todavía avanzan sin control.
Además, la previsión es de mucho viento, lo que podría incrementar la velocidad de expansión.
La situación es grave y el Ejecutivo israelí ha declarado la emergencia nacional. El ejército del país también se ha sumado a las labores de ayuda para intentar frenar el avance de las llamas.
La autopista que une Jerusalén con Tel Aviv se tuvo cortar al tráfico, lo que dejó atrapados a multitud de conductores que abandonaron a pie la zona, aunque la última actualización confirma que todas las carreteras se han reabierto y continúan las evacuaciones.
Se desconoce de momento las causas de los incendios, aunque en redes muchos acusan a grupos palestinos de originarlos para impedir las celebraciones de Israel conmemorando a sus caídos en la guerra.