Siria ha vivido 4 días de violencia y terror en una escalada sin precedentes que ha costado la vida a más de 1.300 personas.
Pero según ha anunciado el Ministerio de Defensa, las fuerzas de seguridad han recuperado la "estabilidad" en las zonas del oeste del país.
Según han informado, la escalada de la violencia ha sido iniciada por grupos leales al ex líder sirio, Bachar al Asad. Desde el pasado jueves han tenido lugar multitud de enfrentamientos y masacres en las que han muerto más de un millar de personas. Una situación que ha hecho tambalear la tímida estabilidad del país tras la guerra.
Violaciones contra civiles
El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, ha anunciado la formación de un comité "independiente" para investigar las "violaciones contra civiles" y averiguar quiénes son los responsables de la violencia.
Estará compuesto por 5 jueces, un general de brigada y un abogado, ha informado la Presidencia siria.
En un último discurso a la nación este domingo, Al Sharaa ha alertado que el país se encuentra ante "un nuevo peligro" representado por remanentes del antiguo régimen que buscan "arrastrar" a Siria a una "guerra civil".
El líder interino actual fue quien encabezó la coalición islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) que logró el derrocamiento del régimen del presidente Bachar al Asad el pasado mes de diciembre.
Pero ahora el nuevo Gobierno podría estar arremetiendo contra las minorías.
Más de 900 civiles asesinados a sangre fría
Según las cifras de diversas organizaciones, más de 900 civiles han sido asesinados en estos 4 días.
Muchas de las muertes "masacres" y asesinatos "a sangre fría", especialmente contra la minoría alauita, a la que pertenece el ex mandatario Al Asad. Pero también se han denunciado ataques indiscriminados contra cristianos.
La Comunidad Internacional mira con preocupación este estallido de violencia y el Consejo de Seguridad de la ONU se va a reunir de urgencia para analizarlo.
Pese a los llamados a la paz del presidente interino de Siria, el Ministerio de Defensa ha hablado de una "segunda fase" de operaciones contra los partidarios de Al Asad y eliminar estas guerrillas.
Un comunicado que ha hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de más masacres contra la población civil de la zona oeste del país.
La nueva Administración no ha reconocido los actos y ha anunciado medidas contra los "excesos" o "venganzas".