El 10 de diciembre tomará el poder Javier Milei, presidente electo de Argentina, pero los ciudadanos ya están asumiendo las consecuencias de un cambio tan radical de estilo en el Gobierno.
Las promesas del dirigente ultraliberal, entre las que se encuentran la privatización masiva de todas las participaciones empresariales del Estado, han generado el temor a las consecuencias que pueda tener en el mercado de los combustibles la posible privatización de la petrolera estatal YPF.
La intención de Milei podría pasar, según se especula, con liberar el control del 51% que tiene de las acciones, para que la petrolera deje de ser estatal, lo que se ha percibido rápidamente por la sociedad argentina como un futuro encarecimiento de las gasolinas.
La respuesta ciudadana ha sido acudir a las gasolineras para llenar depósitos, lo que ha generado ya el primer caos en el país, con largas colas en las estaciones de servicio.
La petrolera YPF, que responde a las siglas de 'Yacimientos Petrolíferos Fiscales', es una sociedad mixta en la que el Estado argentino posee el 51% de las acciones y el 49% restante cotiza en la Bolsa y pertenece a inversores privados.
El conflicto con España y Repsol por YPF
YPF es una de las mayores empresas de la Argentina y la petrolera más grande de la región y protagonizó hace una década una guerra con la petrolera española Repsol al expropiarla.
Tras declarar a YPF compañía "de utilidad pública", expropió forozosamente el 51% del patrimonio de YPF a cambio de 5.000 millones de dólares. Repsol era el dueño de casi el 100% de las acciones.
Liberalismo extremo
Otras promesas de Milei que despiertan temor en gran parte de la sociedad es la posible desaparición o pérdida de poder del Banco Central y la dolarización de la economía.
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No(
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