Putin sigue perpetuándose en el poder: "Hay poca fe en poder ejercer un cambio en el sistema"

Las elecciones en Rusia terminan este domingo con la seguridad de que Vladimir Putin revalidará el mandato por otros 6 años más. Son los octavos comicios presidenciales que se realizan en el país desde la disolución de la Unión Soviética y, contando con estos, 5 los ha ganado Putin. Con una oposición inexistente, sin observadores occidentales, con un sistema electrónico de voto muy dudoso y yendo puerta por puerta con una urna por las 4 provincias ucranianas anexionadas ilegalmente, el líder ruso se perpetúa en el poder con unas elecciones con muy pocas garantías.

De hecho, las encuestas, también en poder del Kremlin, indican que el 80% de los sufragios serán para el mandatario actual. Putin, que tiene 71 años, lleva ya 21 en el poder y todavía tiene 6 por delante y la posibilidad de volver a presentarse en 2030. En total, 112 millones de personas tienen derecho a votar desde el viernes y hasta las 21:00 horas de este domingo en Moscú, las 19:00 horas en España.

"Son acontecimientos electorales en las que no se elige nada"

A pesar de que existen otros candidatos que compiten por el poder contra Putin, la realidad es que es una oposición ficticia y tampoco existen observadores independientes. La existencia de menos candidatos que en otras ocasiones hará que haya menos dispersión de voto y que este se dirija a la figura de Putin. La misma estrategia con la que Lukashenko en Bielorrusia consiguió el 80% de los apoyos "y se especula que era atribuirse lo mismo para precisamente dar esa sensación de gran mayoría, de gran apoyo, de legitimidad hacia la guerra y la continuidad del sistema". Así lo ha asegurado el investigador en diacronía y experto en Rusia en el Orden Mundial, Oleg Lukin, que señala a que esto más que unas elecciones "son acontecimientos electorales en las que no se elige nada". "Al fin y al cabo el sistema necesita de estos rituales que den apariencia de que todo sigue como la vida cotidiana ha sido hasta ahora", comenta.

Tercera y última jornada de votación en las presidenciales rusas.

Los seguidores del opositor Navalni habían llamado a llenar los colegios a mediodía, como acto de protesta contra Putin.

Hay al menos 74 detenidos en todo el país. Informa @prietoalvelahttps://t.co/aNlG2IlBhB pic.twitter.com/KqTuTNPtbm

— Telediarios de TVE (@telediario_tve) March 17, 2024

El Kremlin trata de revalidar el apoyo social sobre sus decisiones en Ucrania y prueba de ello es que no se ha admitido que se presente ningún candidato por la paz. "El único candidato que tenían mayores posibilidades de presentarse fue silenciado. Aparecía en las primeras encuestas y ya se posicionaba por encima del segundo partido, que normalmente ha sido el más votado que el Partido Comunista, entonces esto habría sido una completa humillación para los partidos satélites del kremlin", indica sobre la falta de oposición real.

"La gente no saldrá a la calle si no hay un debilitamiento visible del régimen"

La represión ha traído un ambiente electoral casi nulo con una sociedad muy desmotivada, por lo que "la gente no se acostumbra reunirse y está desmotivada", Además, en opinión de Lukin, "hay poca fe en poder ejercer un cambio en el sistema". Pese a esta aparente estabilidad, el investigador manifiesta que estamos en un momento en el que es difícil pronosticar acontecimientos como la rebelión del grupo Wagner de hace unos meses contra el Kremlin. Hechos que podrían hacer que el pueblo ruso se manifieste: "Esa es la mayor amenaza ahora mismo para Putin, aunque el potencial de protesta sea muy alto, la gente no saldrá a la calle si no hay previamente un debilitamiento visible y palpable del régimen". "No son las protestas las que desestabilizan, cuando el sistema ya está bastante desestabilizado y eso es visible, es cuando ocurre en las protestas", apunta.

Hace poco, la viuda del opositor Alexei Navalny solicitaba a Europa que no fuese tan aburrida en sus sanciones, deslizando, indica Lukin, que la Unión cambiase su forma de relacionarse con el Gobierno ruso y lo considerase una organización criminal, algo que daría un mensaje claro a los oligarcas que apoyan a Putin. "Para un posible cambio de poder, es decir, sería como con Putin no negociaremos, pero con vosotros sí", termina, remarcando que "la alternativa de Europa es no hacer nada".